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Enero 30, 2004

Hutton, al servicio del poder

Una poderosa radio y televisión pública, símbolo de la libertad de expresión y la independencia, es humillada por los errores de un periodista poco riguroso. Un Lord a punto de retirarse, y obligado a agradecer los servicios prestados por el establishment, demuestra que en el Reino Unido quedan muchos jueces que creen que su principal función es la de servir al poder. Un Gobierno debilitado se enchufa a un balón de oxígeno que no le durará mucho tiempo.

El veredicto de Hutton (ya no es necesario añadirle el Lord) ha supuesto una gran ayuda a todos los que piensan que la razón de Estado siempre está por encima de la libertad de expresión. Periodistas 21 ha expresado muy bien el doble rasero aplicado en la condena de la BBC y la absolución de Tony Blair:

Pero, sobre todo, exige a la BBC un grado de comprobación de la realidad que no exige al Gobierno británico y a sus servicios secretos. Blair y el aparato gubernamental se pueden equivocar y llevar a Gran Bretaña y al mundo a la guerra. Pero un periodista de televisión, no.

Hutton confirma todas las críticas a la BBC que eran evidentes para cualquiera que hubiera leído las declaraciones prestadas ante la comisión de investigación judicial. Hutton olvida o justifica, a veces de forma vergonzosa, todas aquellas declaraciones y documentos escritos que cuestionan el papel del Gobierno en el proceso de elaboración del informe de los servicios secretos sobre las, ahora inexistentes, armas de destrucción masiva de Sadam.

La crónica de The Independent lo deja claro: How a judge?s narrow remit allowed Government off hook on vital issues of case of war.
No es cierto que el Gobierno incluyera el dato de que Sadam podía ordenar disparar en 45 minutos sus armas de destrucción masiva sabiendo que era falso (como había dicho el reportero de la BBC), pero también sabía que varios expertos consideraban esta información risible o poco fiable. Sobre eso, Hutton no tiene nada que decir.

El jefe del MI6, el espionaje en el extranjero, sabía que ese dato se refería a munición de corto alcance (unas decenas de kilómetros) y no a armas estratégicas (centenares o miles de kilómetros). Los periódicos británicos dieron por hecho lo segundo, sin que el Gobierno se molestara en desmentirlo o aclararlo. Sobre eso, Hutton no tiene nada que decir.

También dijo el jefe del MI6 que se había dado una relevancia indebida, por excesiva, al dato de los 45 minutos. Sobre eso, Hutton no tiene nada que decir.

Varios emails presentados ante la comisión de investigación demuestran que Alastair Campbell, portavoz de Blair y enemigo declarado de la BBC, influyó en los servicios de inteligencia para que hicieran más contundentes sus conclusiones. Sobre eso, Hutton no tiene nada que decir. Perdón, sí dice algo. Dice que el autor del informe pudo verse subsconcientemente influido, pero que no escribió nada que contradijera la información de la que disponía. Subsconcientemente influido. ¿Desde cuando un juez analiza el subsconciente?

La única esperanza reside en suponer que la gente no puede ser tan estúpida como para aceptar un veredicto tan parcial (algo que sorprenderá a los idiotas de las tertulias radiofónicas que ayer elogiaban el sistema político por permitir (!!!!) que se hubiera llevado a cabo esta investigación). Y de hecho, las primeras encuestas lo confirman. Un sondeo del Evening Standard decía ayer que el 56% de la gente cree que Hutton fue injusto al cargar toda la culpa sobre la BBC. Según otro sondeo, de Sky News, el 67% afirmaba que Hutton no había contado la verdad.

Tony Blair:
Ellos (el presidente y el director general de la BBC) han decidido dimitir y el primer ministro cree que que dos hombre decentes y honorables han hecho lo decente y lo honorable, y ahora es momento de mirar adelante.

Alastair Campbell, ex portavoz de Blair:
El informe lo deja claro. El primer ministro dijo la verdad, el Gobierno dijo la verdad, yo dije la verdad. La BBC, desde el presidente y el director general hasta abajo, no dijeron la verdad.

Gavyn Davies, presidente de la BBC al presentar la dimisión:
He llegado a la conclusión de que no puedes elegir a tu propio árbitro y que la decisión del árbitro es definitiva.

Michael Fabricant, diputado conservador.
Creo que un clima de miedo puede llegar a la BBC y si los periodistas se sienten intimidados, no sólo quedará dañada la integridad de la BBC sino también la libertad de expresión.

Austin Mitchell, diputado laborista:
El peligro está en que el informe es tan parcial que no va a tener credibilidad. Sencillamente, la gente no se lo va a creer.

Sir John Walker, ex jefe de la inteligencia militar:
No hay duda de que fuimos a la guerra sobre la base de que había armas de destrucción masiva que podían usarse en 45 minutos y que eran una amenaza para los intereses británicos. Fuimos a la guerra sobre esa base, y las armas no estaban allí.

Posted by Iñigo at Enero 30, 2004 12:50 PM

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