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Marzo 04, 2006

Lo que quiere la audiencia

"Un trozo de carne muy bien pagada". Así describe Aaron Brown a los presentadores de informativos de TV, y algo sabrá del tema porque ha sido uno de ellos hasta hace bien poco (en CNN). Algo más elaborado es su análisis de por qué las televisiones están abandonando los temas 'serios' para sustituirlos por el entretenimiento, que no otra cosa son las noticias que dominan las pantallas desde hace tiempo.

La clave es la rentabilidad. No se refiere al apetito de las empresas por los beneficios, que también, sino a la respuesta de los espectadores. La triste realidad es que, en la mayoría de los casos, los que apuestan por los sucesos, noticias curiosas y temas escabrosos suelen ser premiados por la audiencia.

El ejemplo que Brown comenta: la CNN se gastó una millonada al cubrir el tsunami de Asia y a las dos semanas la audiencia volvió a sus niveles anteriores. Poco éxito para tanto despliegue de medios. La FOX no llegó tan lejos y prefirió gastarse los cuartos en una noticia menor: la desaparición en las Bahamas de una joven turista norteamericana.

¿Quién salió ganando en audiencia y rentabilidad económica? La FOX, evidentemente. ¿Ocurriría lo mismo en España? Me temo que sí.

Posted by Iñigo at Marzo 4, 2006 02:32 PM

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Comments

Tal vez sea cuestión de sensibilidades. Tal vez sea cuestión de ligereza. Tal vez sea cuestión de ajenidad. De más, de todo, de algo, o de nada. Pero no creo que sea cuestión de falta de importancia. Si los mínimos se hacen menores, entonces será cuestión de lástima.

Tampoco todas las preocupaciones están al mismo nivel. Las que tocan más de cerca siempre ganarán más atención, pero si no queda nadie para mirar por las otras, todavía se sabrá menos.

También ocurre algo similar con el cine. Los efectos especiales le han comido mucho terreno al tema durante largo tiempo. Pero tampoco es cuestión de presupuestos: las enlatadas se olvidan, y las grandes óperas dejan huella.

Y a todo esto, ¿qué rentabilidad se le suponen a las miserias de la vida? Historiadores y cronistas no son profesiones para hacer fortuna dineraria. Incluso los escritores pueden dudar de su sino cuando unos venden menos que otros. No digamos los pintores. Los columnistas artificiales también se desenvuelven bien mercenariamente, removiendo tripas, o montándose una orgía alucinógena con las palabras que hacen dudar de la utilidad de un pensamiento sembrado de contorsiones sin sentido.

Sí cabe preguntarse cómo se conquista ese toque maestro que distingue las grandes obras, en cualquier campo.

Posted by: mercados at Marzo 4, 2006 05:11 PM

La pregunta final sobra, Iñigo. Ya pasa hoy en dia, donde las noticias (porque me niego a llamarles informativos) de A3 son lo mas visto, mientras que los de la 2 no los ve ni cristo.

Tambien pasa con la prensa escrita, no hay mas que ver el caso de Inglaterra o Dinamarca, donde gana el sensacionalismo por goleada.

Son los salsarosa de la informacion. Si quieres vender, tan solo tienes que decir lo que la gente quiere escuchar, no lo que realmente pasa y es importante.

A ver si a estas alturas de partido alguien se va a creer que la Mila esta ahi por buena investigadora o que los redactores de A3 no saben que el combo Rol-Videojuegos no crea asesinos de 9 años.

Yo supongo que para un periodista que se ha metido por vocacion debe ser frustante. El que se haya metido por hacer pasta (que los habra, sin duda) estara encantado de la vida. Tu, que eres periodista, lo deberias saber mas que cualquiera de nosotros.

Posted by: Marlango at Marzo 4, 2006 05:42 PM

Sobre el eterno conflicto en Oriente Próximo. No soy ningún experto. Mis aproximaciones, sin serlo realmente, estarían más cerca de un interés antropológico que religioso, de un desafío a la inteligencia y a la humanidad que hay en todos nosotros que a ninguna batalla moral entre buenos y malos. Y más con la vista puesta en contraste con los tiempos en los que no habían "historia" ni "pueblos" en esas tierras, que en cualquier desenlace. Por ejemplo, cuando oigo a algunos judíos decir abominaciones de los árabes en general, me pregunto si es que pensarían que les iba a ir mejor si fueran chinos los poblamientos ocupados por Israel después del 67.

A veces se pregunta uno por las claves, y cuando se cree que se han encontrado, todavía no son suficientes: bien porque siguen siendo irreconocibles para los actores implicados que no quieren verlas, bien porque ese no querer verlas lleva a preguntarse por otras claves, ... y así sucesivamente.

A veces hasta dudo de que sea bueno dedicarle una atención global no sea que eso lleve a extender el conflicto más allá de sus fronteras; aunque puede que sea en vano, porque un desafío a la humanidad y a la inteligencia es global, y porque
hay tal entramado histórico de relaciones entre el resto del mundo y esa zona en concreto, que es inevitable tropezarse con los capítulos que se dan en su curso.

El resto del mundo puede no seguirla ni tan de cerca ni de forma tan continuada, pero tampoco puede escapar del todo de las esperanzas y convulsiones que se dan en ciertas etapas de su desarrollo: unas veces, por motivos económicos (petróleo, estabilidad energética); otras, por animosidades religiosas; otras, por justicia social (ocupación, miseria); etc. Lamentablemente, no le falta de nada para seguir siendo un problema global. Quedan por resolver muchas preguntas, y más acierto para dar con una buena solución. Y seguirán ahí aunque se desplacen de nuestro centro de atención.

Posted by: mercados at Marzo 4, 2006 05:56 PM