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Marzo 30, 2007

El café como metáfora

Cuando leí que los programas en los que Sarkozy y Royal respondían a las preguntas de los ciudadanos habían obtenido audiencias superiores al 30% pensé que esas cosas sólo podían pasar en Francia. Royal tuvo un 37% de share, Sarkozy un 33%. Los otros candidatos también picaron alto con un 25% para Bayrou y un 27% para Le Pen.

Me faltó fe. La edición dedicada a Zapatero en TVE tuvo una media de 5.834.000 espectadores a lo largo de cerca de dos horas con un share del 30,3%. Quizá sea sólo por la novedad, pero al menos podemos pensar que los ciudadanos sí están interesados en que se debatan asuntos políticos en televisión, siempre que no sea para escuchar el mismo ruido que ya les persigue desde los medios de comunicación.

A todos les ha llamado la atención que las personas que hacían las preguntas no se limitaban a machacar con los 'monotemas' que una día y otro (y otro, y otro, y otro...) aparecen en las primeras páginas de los periódicos. Es una reflexión interesante porque supone trasladar la carga de la culpa de los políticos hacia los periodistas. Programas como "Tengo una pregunta para usted" hacen pensar que los políticos hablan todos los días de lo mismo porque saben que eso es lo que interesa a los periodistas. O al menos saben que eso es lo que los periodistas destacarán en sus diarios e informativos de radio y televisión.

La segunda reflexión es algo más preocupante. ¿A qué dieron prioridad los periódicos al día siguiente?

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Son los titulares de El País y El Mundo, los dos diarios más influyentes de España. Antes de llegar a la conclusión de que los periodistas privilegian la anécdota sobre la sustancia, aceptemos que la respuesta del café simbolizaba bastante bien dos hechos relevantes: la desconexión de los políticos con la realidad, en especial si residen en La Moncloa, y el propio formato del programa, que consiste precisamente en obligar a los políticos a que bajen a pie de calle, compartan las preocupaciones de los votantes y expliquen cuáles son sus soluciones a los problemas de la vida cotidiana.

Aceptemos café como animal de compañía. [Dejamos a un lado el hecho de que los periodistas de Madrid y Barcelona pagan mucho más que 80 céntimos por su café. En otras ciudades el cálculo no está tan alejado del precio real. Pero no voy a insistir mucho en este detalle, no sea que alguien diga que España se rompe... por el precio del café.] ¿Pero qué ha ocurrido al día siguiente?

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Efectivamente, los periódicos han vuelto a encontrar otro 'monotema' y van a exprimirlo hasta que no quede una gota de él. La imagen es de la primera de ABC y se ve a Zapatero bebiendo hasta las heces el café de la penitencia. La foto ha aparecido en las portadas de El País y El Mundo (aunque más reducida en este caso). El presidente hizo un poco de 'damage control': tomarse un café en uno de los pocos lugares de Madrid --la cafetería del Congreso-- en el que el precio se acerca a su optimista valoración.

La metafora del café puede ser útil para analizar las posibles repercusiones políticas del programa, como aparece en el interesante artículo de Soledad Gallego-Díaz. Elevarlo a la categoría de símbolo sólo confirma las viejas teorías sobre la pereza de los periodistas y cómo tienden a marcar distancias con todos aquellos problemas que se resisten a una fácil explicación.

Si hablamos de la poca capacidad de los políticos de conectar con los ciudadanos, sería conveniente que prestáramos atención a lo que dice la persona que hizo la pregunta del café. El navarro Jesús Cerdán no comprende a qué viene tanto barullo:

A partir de ahí, el estrellato. "Esto es insoportable". Se refería a las decenas de periodistas que ayer intentaban averiguar lo que hay detrás de un ciudadano normal que con un café ha puesto en un brete al presidente del Gobierno. Y lo que hay es un agente inmobiliario, casado, con una hija de 14 años y profundamente irritado con el aumento del nivel de vida durante los últimos años. "Sólo quise que bajase un poco a pie de calle". Las reacciones le han dejado atónito. "Zapatero se habrá quedado sorprendido, pero yo aún más". O lo que es lo mismo: "Ha sido un 'boom' de la pera. Mi café va a ser más famoso que el de Juan Valdés".

Los periodistas saben muy bien lo que cuesta un café. No tengo tan claro que sepan qué es lo que de verdad interesa a los ciudadanos.

Posted by Iñigo at Marzo 30, 2007 12:14 AM

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Comments

Hola. Estoy en Uruguay, y me pregunto: CUÁNTO VALE UN CAFÉ EN ESPAÑA? Medio mundo diciendo que 80 centavos es un disparate y nadie desasna a los extrangeros de estrangia.

Posted by: Pancho at Marzo 30, 2007 12:59 AM

Yo, a veces, pienso que los políticos no es que hablen de lo que interesa a los periodistas, es que hablan de lo que saben que no interesa a los ciudadanos, no vaya a ser que nos interesemos por la política y todos empecemos a hacernos preguntas.

Posted by: Waterlord at Marzo 30, 2007 02:22 AM

Para mi, ha sido una experiencia leer las opiniones y declaraciones de muchos políticos, periódicos, periodístas y bloggers acerca de un tema trivial.
Ha sido muy bueno ver como las distintas lineas editoriales lo han tratado y retrata muy bien nuestra realidad.

Háganlo, se van a divertir


Posted by: naide at Marzo 30, 2007 09:13 AM

Coincido plenamente contigo en tu análisis. El detalle del café es importante en la medida en que los políticos viven en una realidad distinta a la de los ciudadanos que dicen representar y los periodistas caemos en el error de seguir el dictado que marcan las agendas políticas.

Posted by: Arantxa at Marzo 30, 2007 09:22 AM

Pues en Canarias te puedes encontrar muchos bares donde el café se vende a 0,8 €. Y es que hay vida fuera de Madrid, señores periodistas...

Posted by: CoffeeShop at Marzo 30, 2007 10:03 AM

Lo del café, ya viene de Mitterrand, que le preguntaron que valía una barra de pan o un ticket del metro.

Me gusta tu análisis sobre los diversos temas que preguntaron los ciudadanos. Gracias por el post, Ugarte.

Posted by: Claudio at Marzo 30, 2007 11:23 AM

Lamentable estado de la prensa española cuando está es la única noticia que se destaca de dos hora de intervención. Claro que también habrá quien crea que lo lamentable es que de las declaraciones del Presidente sólo se pueda destacar este titular.

Posted by: Ottinger at Marzo 30, 2007 01:12 PM

Prefiero que se conozca lo que vale un Leopard 2 o un misil Spike.

Si luego le engañan cuando se toma algo en el bar me resulta indiferente.

Yo mismo no se aún lo que vale un café.El otro día con tostá 2,1 y me pareció escandaloso. Y soy un asalariado.

Posted by: pecha at Marzo 30, 2007 03:16 PM

Lo del café, me parece simplemente, una tontería; el que los medios destaquen esto como lo mas significativo de la comparecencia del Presidente del gobierno de España, es síntoma de que el Presidente supo responder mas que positivamente en esa comparecencia popular.
Si algo, veo yo destacable de su comparecencia, son las palabras con las que se refirió a la monarquía, dijo que el, desde su puesto de privilegio, puede asegurarnos que la monarquía esta (en estos momentos tan complicados) realizando una labor positiva para la democracia.
Creo que en líneas generales, este arriesgado experimento, ha servido para que mucha gente se relaje de tanta crispación, para que Zapatero recobre la confianza de muchos ciudadanos, y para dejar cagadito a Rajoy.
Saludos y Suerte

Posted by: El Sincero at Marzo 30, 2007 08:29 PM

Hasta en The Economist hablan del café:

http://www.economist.com/blogs/certainideasofeurope/2007/03/storm_in_a_coffee_cup.cfm

Posted by: Whitard at Marzo 30, 2007 11:19 PM

Los periódicos no tienen noticias relevantes que poner en sus titulares, y tiran del sensacionalismo. ¿de verdad qué le interesan a los ciudadanos si el presidente sabe cuánto cuesta un café o no? Opino que ya tenemos demasiados problemas encima para estas tonterías.

Posted by: DANi at Abril 2, 2007 12:30 AM