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Agosto 03, 2009

Harry Patch, superviviente

Harry Patch murió el 25 de julio con 111 años. Con él se fue el último veterano británico de la Primera Guerra Mundial. La familia real, el Gobierno y la oposición se unieron en el recuerdo a una generación que se desangró en las trincheras del Somme, Ypress y Passchendale. Le llamaron la guerra que acabaría con todas las guerras y fue la mayor carnicería que presenció Europa desde la Guerra de los Treinta Años. Murieron nueve millones de personas en los cuatro años.

Todos elogiaron el valor de Patch y sus camaradas, y las terribles penurias que tuvieron que afrontar. Son un ejemplo para los ciudadanos actuales, dijeron emocionados. No dicen en voz alta que lo tienen ahora más difícil con la opinión pública de nuestros días, que no parece entusiasmada en derramar sangre en nuevas aventuras imperiales en Irak y Afganistán. Será que las ganas de morir se pierden con el progreso.

Al evocar a soldados como Patch, los gobernantes están pensando en gente que fue carne de cañón de sus respectivos gobiernos, de decisiones tomadas por hombres envejecidos que querían cambiar las fronteras de Europa en su beneficio, de imperios agonizantes dispuestos a ir a la guerra para impedir su decadencia inevitable.
La guerra de trincheras no fue otra cosa que sucesivas órdenes para enviar a miles de hombres a una muerte segura. Cada día.

Los periódicos sí han recordado el desprecio visceral de Patch por la guerra. Sólo con cien años comenzó a hablar en público de esa contienda. No la recordaba como un ejercicio de patriotismo, sino como un inmenso desperdicio de vidas humanas.

En la guerra, estuvo destinado en una unidad de ametralladoras. Se cuenta que llegó a un pacto con sus compañeros. A menos que fuera imprescindible, intentarían no disparar a matar a los alemanes que atacaban sus trincheras. Siempre que fuera posible, les dispararían a las piernas. Es probable que pocas veces pudieran cumplir ese ingenuo deseo.

Tuvieron suerte. Si sus jefes les hubieran descubierto, habrían acabado ante un pelotón de fusilamiento.
Hay otras historias similares de esa guerra. En algunas acometidas suicidas, hubo momentos en que los soldados se negaron a continuar disparando sobre los atacantes que iban cayendo y formando montañas de cadáveres. Pero fueron pocos. Los generales disfrutaban de una cantidad inagotable de carnaza que echar al fuego.

Aquellos que ya no podían más, los que desertaban, los que sufrían ataques nerviosos y abandonaban sus puestos eran conducidos ante un consejo de guerra. Los británicos ejecutaron a 300 de ellos.

Por eso, Harry Patch decía que la guerra no es otra cosa que un asesinato organizado en masa.
No fue eso lo que dijeron los políticos cuando homenajearon a Patch.

Posted by Iñigo at Agosto 3, 2009 12:16 AM

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Comments

Ted Hughes explica muy bien lo que fue la Primera Guerra Mundial en el prologo a uno de sus libros:

'You could not fail to realise that cataclysms had happened to the population (in the first world war, where a single bad 10 minutes in no man's land would wipe out a street or even a village)"

Posted by: Antonio at Agosto 3, 2009 12:36 AM

No estaría de más volver a ver "Senderos de Gloria", una de las mejores películas (anti)bélicas jamás rodadas.

Posted by: Rael Imperial Aerosol Kid at Agosto 3, 2009 12:58 AM

Para mí lo más terrible de la Primera Guerra Mundial es el "vale todo" en armamento. No sólo proliferaron las ametralladoras y los fusiles de repetición, sino que empleaban las más terribles armas químicas y biológicas. Usaron a granel gas mostaza, Zyklon, ácido prúsico, fósforo, etc. Y si a eso lo unimos que al principio de la guerra usaban tácticas propias de las guerras napoleónicas (batallones formados para cargar contra el enemigo, etc) nos podemos hacer una idea de lo terrible del conflicto.
Incluso en la Segunda Guerra Mundial, con la carnicería aún mayor que fue, se limitaron a armamento más convencional.

No me extraña que después de este durísimo suceso corrientes políticas extremistas como el fascismo y el comunismo alcanzasen su punto álgido.

Posted by: Inquisidor at Agosto 3, 2009 12:42 PM

Y un quietismo suicida entre los franceses e ingleses, Inquisidor. Pero es que entre los primeros en particular las cifras de bajas son estremecedoras...

Posted by: Antonio at Agosto 3, 2009 04:17 PM

El mes pasado se reeditó "La guerra de las trincheras", que homenajea a un puñado de "Harry Patch" franceses:

http://www.lacarceldepapel.com/2009/08/01/la-guerra/

Posted by: Emilio at Agosto 3, 2009 04:19 PM

Hay un libro interesante, que acabo de descubrir hace poco (http://redlitos.wordpress.com/los-siete-pecados-capitales-del-imperio-aleman/), que tiene bastante buena pinta. ¿Alguien lo ha leído?

Posted by: Inquisidor at Agosto 3, 2009 05:47 PM

Recuerdo un comentario del productor del majestuoso documental "The Great War", cuando explicó a sus superiores por qué era imprescindible realizarlo: "Los veteranos que quedan son muy mayores, pronto habrán muerto todos. Si no les preguntamos ahora, pronto no quedará nadie que nos pueda contar como fue."

Posted by: jn at Agosto 6, 2009 11:42 AM