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Julio 23, 2010

¿Quién calcula las estadísticas?

Aquí tenemos un libro que debería ser de lectura obligada para definir la capacidad de gobiernos y medios de comunicación de crear alarma social: 'Sex, Drugs, and Body Counts: The Politics of Numbers in Global Crime and Conflict'. La herramienta propagandística analizada son las cifras y estadísticas (que si bien terminan siendo oficiales son en la mayoría de los casos estimaciones realizadas con mayor o menor aproximación).

Ante problemas sociales de muy difícil solución o que exigen un gran desembolso de fondos públicos, la primera opción es promover el sentimiento de que 'algo hay que hacer y cuanto antes'. ¿Cuántas personas han muerto por esta razón? ¿Cuántas más podrían morir? ¿Quiénes son las víctimas y cuántas hay? En principio, son preguntas legítimas que exigen algún tipo de respuesta. El problema exacto surge cuando el número exacto es imposible de precisar. Se manejan varias cifras y si se ofrece una horquilla con un mínimo y un máximo, la segunda cifra es la que termina imponiéndose en el debate público. Y lo que al principio era una estimación --puede que originada en un estudio serio pero no concluyente-- se convierte en LA CIFRA. Nadie puede escapar de ella y quien lo intenta es tachado de alarmista o de lo contrario. O, peor, de alguien que se niega a intervenir en un asunto que cobra el carácter de imperativo moral.

The essays presented in Sex, Drugs, and Body Counts—about human trafficking, the Bosnian death count, the Darfur genocide, armed conflict, drugs, terrorism, and more—counsel exactly that sort of skepticism. Here are the questions the book's editors say readers should ask when confronted with numbers:

'Where do the estimates come from, who produces them, what legitimating function do they serve, and how (if at all) are they explained in official reporting? What are the implications and consequences (intended and un-intended) of choosing one set of numbers over another? To what degree are the numbers accepted or challenged, and why? What purpose do they serve?'

Los lectores de Malaprensa han tenido que leer muchos ejemplos de estimaciones poco fiables incorporadas al discurso político como verdades irrefutables. Hoy mismo, hay una anotación acerca de un tema del que Josu Mezo ha escrito varias veces, el de la prostitución en España.

Hace casi un año, The Guardian hizo una amplia investigación sobre el mismo tema en el Reino Unido. Lo malo no es que grupos religiosos y feministas hayan desarrollado campañas para atacar la prostitución, sino que lo hacen con cifras que no resisten la comparación con la realidad.

En EEUU, también se ha exagerado, con o sin estadísticas, la amenaza que suponen los pedófilos en Internet. Lo que nunca ha impedido que los medios de comunicación conviertan el tema en un ritual de coberturas alarmistas.

Ante estos problemas sociales, la alternativa no es hacer nada, pero tampoco inventarse una realidad paralela basada en notas de prensa de grupos interesados y titulares alarmistas en los medios de comunicación.

Posted by Iñigo at Julio 23, 2010 05:22 PM

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Comments

¿Mea culpa por la campaña totalmente exagerada de los anuncios de prostitución emprendida por Público?

Posted by: Inquisidor at Julio 23, 2010 09:00 PM

Es cierto lo que suele ocurrir con las cifras. Dependemos demasiado de las estadísticas, como si fuera la única manera rigurosa de explicar la realidad. Hay que ser muy cauteloso con su empleo. Para ser honestos, habría que explicar su origen y, a ser posible, la metodología empleada. Por ejemplo, en una guerra, cuando se trata de muertos hay que aclarar si el recuento se refiere sólo a muertes violentas (¿contabilizadas por quién?) o si se refiere a una estimación del "exceso de muertes" atendiendo a los datos de mortalidad disponibles (método empleado por The Lancet para la guerra de Iraq). Saludos.

Posted by: Samuel at Julio 25, 2010 10:21 AM

Recomiendo dos libros de Joel Best: Damned lies and statistics y More damned lies and statistics. Ahi leí una cosa que todos deberíamos tener clara: cuando un cifra es lanzada por una entidad (publica, privada o ong) que tiene un interès en el tema, hay que tomarla con pinzas. Incluso (o mas bien especialmente) si la "causa" es una con la que simpatizamos.

Soy fan acerrimo de malaprensa (y ocasionalmente de wonkapistas) y en este país hay algunos temas que han tendido a la mentira estadística por definición: la prostitución, el tabaco, el tamaño de las manifestaciones y la violencia de genero. Este ultimo no tanto por las muertes (que si estan bien documentadas) como por la falta de contexto (¿creen que tenemos un problema mas gordo que otros países de nuestro entorno? inventiguen un poco y quedaran patidifusos...).

La campaña sobre los anuncios de prostitución es un intento de manipulación descarada de la opinión pública, pienses lo que pienses sobre el tema en sí.

Posted by: Rosie at Julio 28, 2010 03:39 PM