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Octubre 14, 2010

Los mineros de Chile y todo lo demás

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"Los trabajadores suelen ser invisibles en Chile. Ahora no", dice el periodista argentino Martín Granovsky. Confíemos en que no le ciegue la pasión. Cuando termine de salir el último minero de las entrañas de la mina hundida, habrá llegado el momento de que los chilenos se pregunten en qué condiciones trabajan bajo tierra sus compatriotas, si no lo han hecho ya, y hacer que eso cambie. Muchos de ellos ganan buenos sueldos, algo perfectamente lógico. El cobre es lo que sostiene en buena parte la economía del país. No pueden decir lo mismo aquellos que se juegan la vida en explotaciones pequeñas, como es el caso precisamente de la mina San José.

Ramón Lobo cuenta algunos de los entretelones (como se dice en algunos países latinoamericanos) de la crisis de la mina: las condiciones de trabajo de los mineros, la falta de seguridad, las dimensiones minúsculas del organismo que tiene como función velar por la seguridad de esos centros de trabajo, la responsabilidad por tanto de las autoridades.

Hoy es día de abrazos, alegría completamente justificada y emoción. También de orgullo para los chilenos, que han visto cómo una empresa de su país ha sido quien ha llevado al cabo un rescate que entrañaba dificultades técnicas increíbles. Muchas cosas podían pasar mal y al menos hasta ahora todo ha ido perfecto. Una empresa pública, por cierto, paradigma actual en la mayoría de los países de derroche y burocracia, mientras la última empresa privada que acaparó los titulares tras una catástrofe (la petrolera BP) quedó con su reputación por los suelos. Podría haber sido al revés, y nos lo habrían recordado muchas veces, así que conviene no olvidarlo.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha estado onmipresente en todas las pantallas. El primer presidente de la derecha en el Chile posterior a Pinochet va a salir reforzado de esta crisis. Sería demasiado cínico decir que ha estado allí sólo por las fotos. Al final, el rescate ha sido llevado a cabo con todos los recursos del Estado. La relación entre las familias de los mineros y el Gobierno no ha sido siempre tan idílica como se puede apreciar en los abrazos. Lo cierto es que hubo errores al principio y se corrigieron. Por eso, es legítimo que Piñera esté ahí presente y viendo engordar su cuenta de resultados electorales. Si todo hubiera ido mal, también sería justo responsabilizarle.

Pero todo depende de lo que haga su Gobierno después del rescate. ¿Qué pasará con las minas que se encuentran en un estado tan lamentable como la que ha protagonizado esta crisis?

Al ser una gran historia, la permanente capacidad de los medios de comunicación para la sobreactuación está garantizada. En el caso de la televisión, es un requisito ineludible. Se puede arrugar la nariz y, con los aires del que nunca se mancha las manos, decir que todo es un espectáculo, o peor, un circo. Son los que siempre utilizan la palabra 'circo' cuando se reúnen en el mismo sitio más de 50 periodistas. No sé cuál es la alternativa. No lo es desde luego dejar a los chilenos, y por extensión al resto de los habitantes del planeta, sin imágenes ni palabras de lo que está ocurriendo. O con un breve resumen que se olvidará muy pronto.

La gente además suele olvidar que cuando un acontecimiento domina las pantallas hasta la exageración siempre se puede apagar la televisión y hacer cosas más interesantes. Ver la televisión no es un derecho constitucional y tampoco una obligación.

Con 100, 500, 1.500 o 2.000 periodistas, el riesgo del exceso es tan grande como el número de periodistas congregados. Es decir, la probabilidad de que se digan estupideces, la retórica se desborde o se cuenten cosas que no son ciertas tiende a uno.

Varias semanas antes de que saliera el primer minero, ya muchos citaban la estupenda pelicula de Billy Wilder 'El gran carnaval'. Es un poco ridículo disparar cuando aún no han puesto la diana pero sabes el sitio exacto en el que va a estar.

Ejemplos penosos hay de sobra. La historia del minero que tenía a dos mujeres esperándole fuera es un ejemplo de libro. Ignorarla sería ridículo. Ocultarla sería intentar vender una visión idealizada de los mineros. Como si fueran héroes de novela clásica, sin ninguna mácula ni borrón que pueda enturbiar su identidad. Pero son personas normales y algunos han pasado por situaciones idénticas a las que puedes encontrar en tu calle o tu ciudad. Incluso una dosis razonable de bromas es casi imprescindible. Claro que de ahí a adjudicarle la identidad del "minero casanova" hay una diferencia. ¿Qué sabemos de él para creer que es el único que está en esa situación? ¿Qué conocemos de su matrimonio para hacer juicios morales?

La de los mineros es una de las grandes historias del año y los medios de comunicación estaban obligados a volcarse sobre ella. Es también un sol que ha cegado a todos los medios. Está en su naturaleza. Hoy en BBC News (el canal de 24 horas de la BBC) no han hablado de otra cosa. Literalmente. Como si en Gran Bretaña no hubiera pasado nada. Supongo que en España habrá sido algo parecido. Ha sido un agujero negro para otras historias que han desaparecido de la pantalla.

Leo que la BBC se ha gastado más de 100.000 libras en la cobertura y que se va a ver obligada a recortar el despligue previsto para otras citas informativas, como las cumbres del G-20, la OTAN o la del cambio climático en Cancún. Pienso en cómo los medios cubren estas cumbres y tengo la tentación de creer que igual la pérdida no es tan terrible.

Quedémonos con lo básico. Ha sido una historia maravillosa. Los medios siempre lo dan todo con historias dramáticas y tristes. Por una vez, no puede estar del todo mal hacerlo con un cuento con final feliz. Aceptemos que los políticos sufran ataques de locura (Piñera: "Lo que estamos viendo no tiene parangón en la historia de la humanidad"). Y sobre todo esperemos que los que tienen que tomar decisiones para que no se repitan estas catástrofes estén luego a la altura de ese lenguaje y de la atención que ha recibido la noticia.
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La foto es de la selección de The Big Picture.

Posted by Iñigo at Octubre 14, 2010 01:15 AM

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Comments

Gran artículo, Iñigo, siempre sacando otra visión de las cosas

Posted by: Mikel at Octubre 14, 2010 03:45 PM

"También de orgullo para los chilenos, que han visto cómo una empresa de su país ha sido quien ha llevado al cabo un rescate que entrañaba dificultades técnicas increíbles.

I beg your pardon. La empresa que tiene la tecnología que se usó para salvar a los mineros se llama Center Rock y es una pequeña empresa privada de EEUU. Mas información en este link:

http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703673604575550322091167574.html?mod=djemEditorialPage_h

Posted by: peter at Octubre 15, 2010 01:59 AM