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Septiembre 08, 2011

Cría cuervos (en Oriente Medio)

Cuando el jefe del Pentágono dice que el Gobierno israelí se ha convertido en una cuadrilla de ingratos que ha perdido de vista las prioridades estratégicas de su país y han olvidado la importancia de su relación con EEUU... en fin, qué más se puede decir.

But it was Robert M. Gates, the now-retired secretary of defense, who seemed most upset with Netanyahu. In a meeting of the National Security Council Principals Committee held not long before his retirement this summer, Gates coldly laid out the many steps the administration has taken to guarantee Israel’s security -- access to top-quality weapons, assistance developing missile-defense systems, high-level intelligence sharing -- and then stated bluntly that the U.S. has received nothing in return, particularly with regard to the peace process.

Senior administration officials told me that Gates argued to the president directly that Netanyahu is not only ungrateful, but also endangering his country by refusing to grapple with Israel’s growing isolation and with the demographic challenges it faces if it keeps control of the West Bank. According to these sources, Gates’s analysis met with no resistance from other members of the committee.

(El 'Principals Committee' congrega a los altos cargos del Gobierno de EEUU: el secretario de Estado, el de Defensa, el del Tesoro, el consejero de Seguridad Nacional, el jefe de gabinete de la Casa Blanca y unos pocos más.)

La actitud de Gates demuestra que, contra lo que la gente piensa, los republicanos son los únicos capaces de plantar cara a un Gobierno israelí cuando en Jerusalén pierden completamente la cabeza. Es lo que hizo George Schultz en la época de la invasión israelí de Líbano o James Baker en la Administración de George Bush padre. El Gobierno de Shamir pensaba que si cada vez que Baker visitaba Israel ponían en marcha un nuevo asentamiento en los territorios palestinos, el secretario de Estado entendería el mensaje y se volvería a casa convencido de que allí no se le había perdido nada. Pero los abogados texanos suelen ser gente bastante testaruda.

Los demócratas son otra cosa. Se mueren de miedo. Por eso, la Administración de Obama hará todo lo posible para que la ONU no reconozca a Palestina como Estado.

Luego Netanyahu volverá a chulear a Obama de mala manera. Se mueren de miedo. Es un poco como la violencia de género, pero de Estado a Estado. Y ya sabemos quién se lleva los golpes.

Posted by Iñigo at Septiembre 8, 2011 12:32 AM

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Comments

Hay un paralelismo con lo que ocurre con los sindicatos o con los funcionarios. A los políticos de la facción que en principio se percibe como amiga se les permite rigores que de venir de la facción supuestamente menos amiga provocarían una oposición de lo más agrio.

Posted by: Olivo at Septiembre 9, 2011 09:47 PM