Agosto 24, 2011

La burbuja universitaria

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¿Es la educación una inversión en el futuro de un país? Eso se suele creer, pero hay datos económicos que hacen pensar que la frase está comenzando a perder algo de valor. La deuda de los estudiantes norteamericanos ha crecido un 511% desde 1999. El incremento de las matrículas universitarias es una tendencia creciente en EEUU y el Reino Unido asentada en la idea de que las tasas deben corresponderse con la calidad de la enseñanza impartida y que vivimos, cómo no, en un mercado global. Las mejores universidades deben competir por los mejores alumnos, y eso sólo se consigue aumentando la calidad, los costes y las matrículas.

El problema viene cuando se analiza el impacto en la economía en su conjunto. Las personas mejor formadas de la sociedad vivirán durante muchos años bajo el impacto de esta deuda y tendrán por tanto menos dinero para consumir. En el caso británico, si pasados unos años su salario no supera una determinada cantidad, es el Estado el que debe asumir la devolución. En ambos casos, el impacto en la economía es evidente.

El incremento tiene ya el rasgo inquietante de una burbuja. No creo que se pueda sostener que la educación universitaria norteamericana es ahora cinco veces mejor que hace 22 años.

La 'mano invisible del mercado' no hace que las universidades reduzcan los precios para hacerse con los estudiantes ofreciendo una buena relación calidad-precio en la educación. El sistema tira por definición de los precios para arriba. Una universidad duda en reducir el precio de la matrícula porque sospecha que eso hará que la gente crea que es de menor calidad que los centros que cobran mayores cantidades. Los economistas no son los únicos que confunden precio y valor.

En Inglaterra y Gales, el Gobierno permitió en 1998 que las universidades cobrarán hasta 1.000 libras. Para el curso de 2010, esa cantidad había subido a 3.290 libras. Se dijo que ese era el máximo. No todos los centros llegarían a ese punto. Sólo lo harían los mejores, como los de Oxford y Cambridge. Falso. Casi todas las universidades lo hicieron. ¿Qué empresa renuncia a ingresar más dinero? ¿Quién quiere cobrar menos y enviar el mensaje de que su calidad es inferior?

El Gobierno de Cameron ha elevado ese tope a 9.000 libras. El máximo automático es 6.000 libras, y para llegar a 9.000 las universidades tendrán que cumplir una serie de requisitos. Hay un considerable escepticismo de que esto último se va a cumplir. El Gobierno ha descubierto que cuanta más competencia, más caras saldrán las matrículas. Curioso desenlace.

¿Cuál es la principal consecuencia económica? (Además del hecho de que muchas familias de clase media no creen que puedan enviar a sus hijos a la universidad en un escenario de creciente desigualdad en todo el sistema educativo)

La deuda de los estudiantes llegará a 191.000 millones de libras en 40 años, según un estudio del Ministerio de Empresas. En Reino Unido terminarán teniendo material para hacer un gráfico como el de EEUU.

Posted by Iñigo at 08:11 PM | Comments (6) | TrackBack