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Junio 02, 2005

Bob Woodward cuenta su historia

Bob Woodward era un joven reportero con menos de un año de experiencia en The Washington Post cuando estalló el escándalo. Una de las cosas que más sorprendió en la redacción del periódico es que Woodward contara con una fuente de alto nivel en el Gobierno que parecía saberlo todo sobre los trapos sucios de la Casa Blanca. Su relación personal con Garganta Profunda fue uno de los enigmas del caso que ahora ha quedado resuelto.

Woodward lo cuenta hoy en The Washington Post: "How Mark Felt Became Deep Throat". El artículo es un avance del libro que aparecerá dentro de no mucho tiempo. Se dice que el actual director adjunto del Post ya lo tiene escrito y que no es demasiado largo. Probablemente, comenzó a trabajar en él cuando la familia de Felt empezó a mostrar interés en revelar la identidad de la fuente.

Woodward sirvió en la Marina antes de comenzar en el periodismo. He leído por algún lado que estaba destinado en inteligencia militar y por eso se ha comentado en algunos sitios que gracias a un trabajo tan delicado Woodward pudo conocer allí en ese ámbito a su futura fuente.

La verdad es algo más prosaica. Fue el azar el que juntó a los dos en un primer momento y la relación se hizo más firme gracias a la insistencia de Woodward y a sus ganas por encontrar consejo y ayuda en la carrera profesional de un joven algo inseguro.

Woodward cuenta que en 1970, como teniente, era uno de los ayudantes del almirante Thomas Moorer, jefe de operaciones navales de la Armada. En ocasiones, recibía la orden de llevar documentos a la Casa Blanca. Algo así como un cartero de confianza.

Fue en una sala de espera de la Casa Blanca donde Woodward conoció a Felt:

I could tell he was watching the situation very carefully. There was nothing overbearing in his attentiveness, but his eyes were darting about in a kind of gentlemanly surveillance. After several minutes, I introduced myself. "Lieutenant Bob Woodward," I said, carefully appending a deferential "sir."

"Mark Felt," he said.

I began telling him about myself, that this was my last year in the Navy and I was bringing documents from Adm. Moorer's office. Felt was in no hurry to explain anything about himself or why he was there.

Para ser el primer encuentro de una de las relaciones más importantes de la historia del periodismo de EEUU, no suena muy espectacular.

Para ese joven teniente sí lo era. Woodward no tenía muy claro qué hacer con su vida y Felt era una oportunidad excelente de crear un contacto con alguien que podría serle útil en el futuro. Es probable que no fuera el único. Conocer a gente, obtener recomendaciones o un simple consejo eran cosas a las que Woodward prestaba mucha atención.

Ambos mantuvieron la relación en esos años en los que Felt jugó el papel de mentor. Curiosamente, Felt fue una fuente del periodista en otras noticias importantes antes del Watergate, por lo que su relación para entonces ya era bastante sólida.

Woodward deja claro que el desprecio del director adjunto del FBI por Nixon y sus secuaces era profundo y anterior al Watergate.

There is little doubt Felt thought the Nixon team were Nazis. During this period, he had to stop efforts by others in the bureau to "identify every member of every hippie commune" in the Los Angeles area, for example, or to open a file on every member of Students for a Democratic Society.

Felt era un devoto seguidor del director vitalicio del FBI, J. Edgard Hoover, por lo que es muy probable que tuviera una buena dosis de esqueletos en su armario. Como debían ser la cosas para que los cachorros de Hoover pensaran que los fontaneros estaban violando los derechos civiles.

Más madera:
"I'm the Guy They Called Deep Throat". Vanity Fair.
Robert Redford on Deep Throat: Thought it was FBI, But Guessed Wrong Man. Editor and Publisher.
Garganta Profunda quiere un poco de fama. Periodistas 21.
Deep Throat, Antihero. Timothy Noah, de Slate, es uno de los periodistas que habían apostado por la identidad de Felt. Por eso, comienza su artículo con un "te lo dije".
The Unmasking of Deep Throat. Varios artículos de The Washingtonian en 1974 daban pistas sobre Felt.
Los papeles de Watergate. Guerra eterna.
The Woodward and Bernstein Watergate Papers. Selección de los documentos.

Woodward y Bernstein entrevistados en el programa de radio de Don Imus. Un detalle sobre la aportación de Garganta Profunda en los primeros pasos de la investigación:

WOODWARD: Or maybe-I mean, if you include phone calls, it may be a dozen. But, you know, just an example from "All the President's Men" to show how it worked, Carl and I learned from another reporter at The Post just a few days after Watergate there were these cryptic entries in two of the address books of the burglars, said H. Hunt or Howard Hunt-W.H., White House, with a phone number.

Now, anyone can carry anyone's phone number around. If, you know, a burglar is caught with your phone number, that doesn't mean you're involved. But it was a hard piece of evidence, and I called Felt and said, you know, "We want to be careful about guilt by association." And he said, "Look, don't worry, Hunt's involved."

Now, that sort of backup allowed the story to be written, which was, you know, just a few days after Watergate, above the fold in "The Washington Post," saying there is a White House connection to the burglary operation.

Posted by Iñigo at Junio 2, 2005 05:46 PM

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Comments

En estos días se han dicho muchas, demasiadas tonterías. Por ejemplo, que el Watergate cambió el mundo. Por ejemplo, que su investigación fue seguida con fervor fuera de USA, y que llevó a miles de jóvenes a las facultades de Periodismo. Chorradas. Al menos en España, lo que nos llevaba a muchos matricularnos en eso que pomposamente llamaban Facultades de Ciencias de la Información, era la curiosidad por conocer y el deseo de cambiar las cosas. La curiosidad por el mundo, por el país y por sus posibilidades de futuro, y sobre todo, la necesidad de conseguir armas intelectuales que permitieran la crítica razonada del sistema dominante mundial y su transformación liberadora. Aprender a destriparlo y a explicarlo a los demás, en suma.

En unos años en que los universitarios éramos los jóvenes críticos por antonomasia, toda esa historia del Watergate nos parecía, simplemente, una comedia de espías mal representada, mediante la cual se intentaba convencer al mundo de que la democracia en EEUU funcionaba. Nixon no era nadie, los presidentes USA después del asesinato de Estado de Kennedy no son más que marionetas del verdadero poder, aquél del que ya hablaba Eisenhower en los años 50: el complejo militar-industrial, del cual los fanáticos "Cristianos Renacidos" de Bush no son más que el ala más extremista actual.

Recuerdo lo aburrido e insípido que era leer los "progresos en la investigación periodística" del Watergate. Nada realmente importante, nada transformador había ahí. Hoy sabemos que el FBI degolló políticamente a Nixon...total, otra pelea más dentro del establishment USA...¿ Bueno, y qué?.

Posted by: Joaquim at Junio 3, 2005 11:14 AM

es una porqueria esa son huevas

Posted by: Anonymous at Noviembre 17, 2005 05:07 PM