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Octubre 25, 2006

¿Retirada?

La retirada que tendrá que esperar

Alguien está confundiendo sus deseos con la realidad. La noticia de que "EE UU iniciará la retirada de Irak en un año" sólo tiene un inconveniente. O bien es falsa o es tan sólo un pronóstico de los mandos militares que lo tiene muy crudo para cumplirse. Lo que está ocurriendo en Irak indica lo contrario.

Desde Bagdad, Michael Gordon, del NYT, sólo tiene que valorar el lamentable estado del Ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes para saber que las noticias de Washington son puro humo:

Given the rise in sectarian killings, a Sunni-based insurgency that appears to be as potent as ever and an Iraqi security establishment that continues to have difficulties deploying sufficient numbers of motivated and proficient forces in Baghdad, General Casey’s target seems to be an increasingly heroic assumption.

La estrategia adelantada por el general George Casey, y el embajador Zalmay Khalilzad pasa por la asunción de responsabilidades por el Ejército iraquí en un plazo de 12 a 18 meses. El relevo permitiría una retirada a plazos de las tropas que ya no serían imprescindibles para intentar garantizar el orden.

Puede que la noticia tranquilice el espíritu de los votantes de cara a las elecciones del Congreso, pero no tendrá el mismo efecto sobre el terreno. Gordon cuenta que los militares iraquíes han sido incapaces de aportar a los norteamericanos las unidades necesarias para la pacificación de Bagdad. Lo malo no es que la operación haya sido un fracaso, sino que, si hay que tomarlo como un baremo del estado actual del Ejército iraquí, el veredicto es desolador.

As a result, the actual number of Iraqi boots on the ground on a given day is routinely less than the official number. In areas where the risks and hardship are particularly great, the shortfall is sometimes significant. In fiercely contested Anbar Province in western Iraq, the day-to-day strength of the Seventh Iraqi Army Division in August was only about 35 percent of the soldiers on its rolls, while the day-to-day strength of the First Division was 50 percent of its authorized strength.

Las unidades iraquíes sufren la plaga constante de las deserciones. A veces, porque los soldados no quieren combatir fuera de sus provincias, por ejemplo en Bagdad. O porque la paga no compensa el riesgo de ser eliminado por la insurgencia.

Sin una decisión política, que sólo puede venir de la Casa Blanca, que establezca que el futuro de Irak sólo puede depender de los iraquíes y que la ayuda militar de las tropas norteamericanas sólo sirve para prolongar la dependencia pero no para solucionar ningún problema, los plazos presentados por el general Casey correrán el mismo destino que los anteriores.

Porque el titular que aparece sobre estas líneas podría haberse escrito hace un año y entonces era tan falso o discutible como el de hoy.

Posted by Iñigo at Octubre 25, 2006 03:13 PM

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Comments

Durante los útlimos meses de presencia norteamericana en la guerra de Vietnam (hacia 1973-1974) el porcentaje de deserciones del ejercito de Vietnam del Sur era del 50%.

Mucho me temo que volveremos a ver helicópteros atestados despegando del techo de la embajada.

Posted by: E. Martín at Octubre 25, 2006 07:10 PM

La cuestión es: ¿quién le va a poner el cascabel al gato? Si los estadounidenses se quedan, la guerra civil crece; si se retiran, también, pero a otro ritmo quizá. ¿Una fuerza internacional para que pague los platos que rompieron los EEUU?

Cuál es el resultado: otro Viet Nam, otra Bosnia? ¿Una forma inédita de matanza?

Posted by: Ana at Octubre 25, 2006 08:18 PM