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Diciembre 11, 2006

El carnicero cobarde

Augusto Pinochet, asesino. José Pablo Feinmann en Página 12:

Fue la suma de las peores cosas que un ser humano puede ofrecer: lo de asesino lo sabemos, pero fue, además, ladrón, mentiroso, cínico, se rió de sus adversarios y de sus muertos. Descansará en paz porque morirse es eso. Pero que no tenga paz su memoria. Que nadie olvide sus crímenes. La era de horror que inauguró. Que en las escuelas argentinas se sepa que Pinochet es parte de nuestra historia, porque prefiguró nuestra pesadilla, porque inspiró a nuestros verdugos. Que gane la verdad por sobre la mentira con que sus adeptos buscan protegerlo. Que su nombre infunda pavor y que ese pavor se transforme en coraje: nunca más un Pinochet.

Que haya un busto suyo con una placa en todos los países del mundo. Que esa placa diga: “Augusto Pinochet, asesino”. Porque olvidarlo sería como olvidar Auschwitz, el Estadio Nacional, la ESMA.

Christopher Hitchens, en Slate:

There were those who used to argue that, say what you like, Pinochet unfettered the Chilean economy and let the Friedmanite breezes blow. (...) Yet free-marketeers presumably do not believe that you need torture and murder and dictatorship to implement their policies. I read Isabel Allende not long ago saying freely that nobody would again try the statist "Popular Unity" program of her uncle. But Salvador Allende never ordered anybody's death or disappearance; he died bravely at his post, and that has made all the difference.

Sí, murió valientemente. Desde entonces, se le recuerda. Por muchas cosas, también por sus errores (uno de ellos, colocar a Pinochet al frente del Ejército), pero sobre todo por defender con su vida el Palacio de la Moneda, el símbolo de la institución democrática.

Es cierto que la muerte, como a Milosevic, ha salvado a Pinochet del veredicto final de la justicia, pero todos los intentos por sacar a la luz sus crímenes, en España, el Reino Unido y Chile, han servido, dice Hitchens, para ayudarnos a poner en pie una idea sobre la jurisdicción internacional que debe existir para juzgar los crímenes de los tiranos.

La historia no le juzgará, como ha dicho Moratinos de forma lamentable (Este hombre, de tan asustado que parece cuando abre la boca, está pidiendo a gritos que le den una embajada con abundante suministro de bombones Ferrero Rocher donde no le obliguen a hablar acerca de asuntos sobre los que no tiene valor para pronunciarse).

La historia ya le ha juzgado. En todo el mundo, es el gran símbolo del terror, del terrorismo de Estado, de las ideas militaristas que desprecian la democracia y que entronizan al Ejército como el gran salvador. Ideas que sólo han echado raíces en países atrasados e ignorantes.

La justicia británica dictaminó que su inmunidad como ex jefe de Estado no impedía investigar las acusaciones de tortura. La justicia española le procesó por los crímenes cometidos contra ciudadanos españoles. La justicia chilena encontró indicios más que sobrados para procesarle por violaciones de los derechos humanos y por evasión de capitales. Porque no sólo mató, sino que también robó, dejando mudos y sin defensa a sus partidarios, excepto los más fanáticos. Sólo su edad hizo imposible que se sentara en el banquillo, por no hablar del temor que inspiraba en la Corte Suprema.

Y algo más, su cobardía. Pinochet ordenó a sus sicarios que asesinaran a Letelier en Washington, a Prats en Argentina y a miles de personas en Chile. El general Arellano encabezó la 'caravana de la muerte' para cumplir las órdenes del alto mando y continuar en otras zonas del país la represión que el dictador dirigía en Santiago. El general Contreras, jefe de la policía secreta, despachaba cada semana con Pinochet para tenerle al tanto de la eliminación de los adversarios del régimen y de cualquier conato de resistencia.

El terror fue la piedra angular de su régimen.

Al igual que su admirado Franco, Pinochet impuso una política de tierra quemada contra la oposición. Pretendía quedarse en el poder durante mucho tiempo, por lo que no le valía con enterrar a los líderes de la izquierda. Tenía que acabar con la oposición para toda una generación.

Justo antes de abandonar el poder, dejó claro que a "sus hombres" no les iban a tocar un pelo. Los que habían limpiado el país de "marxistas" eran intocables:

--¿Mantiene su decisión de que a su gente nadie la va a tocar ni a perseguir?

--Yo no amenazo. No acostumbro a amenazar a nadie. No he amenazado en mi vida. Yo sólo advierto una vez y no lo voy a hacer de nuevo, porque si uno está repitiendo las cosas, termina por entregarse. Nadie me toca a nadie. El día que me toquen a alguno de mis hombres se acabó el Estado de Derecho. Esto lo he dicho una vez y ni lo repito más, pero sepan que va a ser así. Bien clara la cosa.

No estaba tan clara. Cuando vinieron mal dadas, y empezaron a detener y procesar a algunos de sus carniceros, Pinochet se cagó en los pantalones de su impecable uniforme. Hizo ver que no sabía nada de todo eso. Los campos de detención, la tortura sistemática, la eliminación de miles de personas, todos esos delitos se cometieron sin que él lo supiera.

Cobarde.

Antes de morir, tuvo que soportar que colocaran una estatua de Salvador Allende ante el Palacio de la Moneda.

Eso debió de ser para él más duro que veinte condenas a cadena perpetua.

Posted by Iñigo at Diciembre 11, 2006 10:41 PM

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Comments

Confío que cuando Fidel Castro le acompañe, anotes de igual modo, digo.

Mientras tanto insisto en recordar que en España tenemos un criminal de guerra que nunca ha sido encausado: Santiago Carrillo.

Yo no hago distingos entre criminales, todo aquel que atente contra la dignidad de los hombre merece mi condena.

Pues eso, Iñigo, pronto, creo, podrá hacerse una comparativa con tus anotaciones al respecto del óbito del otro dictador.

Posted by: maty at Diciembre 11, 2006 11:05 PM

Cuando muera Castro, se hablará de él, digo yo. De momento hay que reconocer que la necrológica como género periodístico está ganando enteros. Se acabó aquella mojigatería de ser bienintencionados, de disculpar las maldades del muerto con rasgos personales positivos, de contextualizar hasta la irritación ("fue malo, pero es que el anterior..."), de historias de niños buenos obligados a ser malos.

No me alegro de la muerte de Pinochet pero sí de la reacción mayoritaria que se ha dado a ella. Y sobre todo me alegro de que cualquier "pero" se considere un gesto de sumisión y una forma de disculpa a la barbarie que provocó.

A las declaraciones lamentables del día añadiría las de Lopez Aguilar enorgulleciéndose de ser español.

Posted by: Whitard at Diciembre 12, 2006 12:13 AM

Hace tiempo que dejé la universidad, con buenas notas debo decir, así que ya no me tengo que presentar a ningún examen. Si cuando se muera Castro lo que escribo no le gusta a la gente, me trae sin cuidado. Siempre pueden ir a otro sitio a solazarse.
Por lo demás, y al margen de ideologías, no hay nada como destruir la imagen idílica que muchas personas tienen de los llamados 'líderes carismáticos'.

Posted by: Iñigo at Diciembre 12, 2006 12:26 AM

"Si cuando se muera Castro lo que escribo no le gusta a la gente, me trae sin cuidado. Siempre pueden ir a otro sitio a solazarse."

No he entrado sobre los contenidos sino en el número de anotaciones.

Ya sabes que considero que yerras gravemente al mezclar reiteradamente opinión e información. Quieras o no, no se puede deslindar tu actividad bitacoril de la periodística propiamente, con lo que la pérdida de credibilidad (esa es mi impresión) a causa de la no separación también tendrá consecuencias en tu trayectoria profesional (no te deseo mal alguno).

Yo no demando que no opines, sino que no mezcles todo en una misma anotación o, si lo haces, que separes claramente lo que es propiamente información de tu opinión (que podré compartir o no, esa es otra cuestión).

En cuanto a los dictadores en sí, son UN MAL EN SI MISMOS, independientemente de la cobertura ideológica utilizada (para algunos sirve para que sean justificados, defendiendo lo indefendible).

Daniel Tercero ha reproducido una acertada viñeta de Mingote al respecto:

http://www.danieltercero.net/archivo/2006/12/los_dictadores.html

Posted by: maty at Diciembre 12, 2006 02:02 PM

Desde aquí un conmovido homenaje a dos de los mejores amigos de Pinochet:

-Los Estados Unidos de América, sin cuya ayuda de todo tipo el golpe habría sido ni mucho menos posible. Nunca el precio del cobre pesó tanto en la historia de la ignominia, tal vez el de la banana importada por la United Fruit podría caer al mismo nivel.

-Gran Bretaña,en la que jamás el pequeño detalle de la brutalidad del régimen impidió la estrecha colaboración de sus industrias de armas. Ms Thatcher siempre estará en el corazón de cada persona torturada. Ese descaro en la senectud abrazandolo, con el cinismo de conocer uno a uno cada desaparecido...y aun así amándolo.

Con los mejores deseos de que los amigos del carnicero pronto se encuentren con el en el infierno. La historia es prolija en criminales, por lo que no van a sentirse solos.

Posted by: pecha at Diciembre 12, 2006 03:12 PM

Quedan varios en Guatemala. El más odioso, el que debe reemplazar a Pinochet en el imaginario colectivo es Ríos Montt. Otro genocida. En Guatemala los militares que hubo entre 1970 y 1976 nos dejaron más de 200,000 muertos y desaparecidos.

Posted by: Ana at Diciembre 12, 2006 03:21 PM

Creo que así -"Señor Pinochet..."- comenzaba una carta escrita por una amiga de infancia al general, desde el exilio en Alemania, pidiendole inocentemente la libertad para su padre, hoy detenido desaparecido. El dictador nunca tuvo los cojones de darle una explicación a ella ni a los miles de familiares de las víctimas de su régimen. Por eso siento alivio, porque por fin se fue, pero en ningún caso euforia ni ánimo de carnaval, porque dejó muchas deudas pendientes con Chile.

Posted by: Pablo at Diciembre 12, 2006 04:52 PM

En el comentario anterior no ha podido aparecer este enlace:

http://pmorris.blogspot.com/2006/12/seor-pinochet.html

Posted by: Iñigo at Diciembre 12, 2006 05:03 PM

Me ha encantado tu post Iñigo. Lo suscribo de principio a fin.

Posted by: Leon at Diciembre 12, 2006 08:24 PM

Los asesinos no pueden vivir enternamente aunque hagan pactos con el diablo.

Posted by: Eowin at Diciembre 12, 2006 08:25 PM

Siguiendo con los amigos del carnicero:

LOS GREMIOS MÁS IMPORTANTES DEL PAÍS COINCIDEN EN RECONOCER “LEGADO” ECONÓMICO DE LA DICTADURA
Como en los viejos tiempos, la derecha empresarial se cuadró con el dictador


Era que no, si muchas de las actuales fortunas chilenas se amasaron en el Gobierno de facto, donde se les permitió casi todo. Ayer, la CPC y la Sofofa dieron las condolencias a la familia del “ex Presidente de Chile”, como volvieron a llamar al difunto militar, calificativo que había estado guardado por años. En tanto, Arturo Martínez, presidente de la CUT, dijo que los privados se ampararon en las “bayonetas” y “no aprendieron nada”.

Christian Palma
La Nación


Una de las pocas aristas que los -cada vez menos- adherentes del fallecido dictador Augusto Pinochet seguían defendiendo públicamente fue su labor económica entre 1973 y 1989. Cada caso de muerte, tortura y violación de los derechos humanos o los escándalos financieros en bancos internacionales que comenzaron a salir a la luz en el último tiempo, se intentaban tapar con un dedo, al argumentar que, sin embargo, el ex gobernante de facto equilibró una economía desarticulada y muy deteriorada. Ayer, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) trajeron a la memoria los años de esplendor del dictador, cuando al expresar sus condolencias tanto a la familia como al Ejército de Chile, calificaron a Pinochet como “ex Presidente de la República”.

“Al momento de su partida, y más allá de los legítimos sentimientos y juicios que puede tener la ciudadanía sobre su persona y gestión, los industriales chilenos creemos relevante reconocer y valorar la importante contribución que en materia económica realizó el Gobierno del general Pinochet en aras de ordenar una economía que estaba desarticulada y semidestruida a comienzos de la década de los años 70”, señaló la Sofofa.

La declaración añadió que a partir de 1973 “se inició un profundo proceso de modernización que permitió recomponer la institucionalidad republicana e impulsar a lo largo de los últimos 20 años un crecimiento sostenido de la actividad económica y del empleo, así como una reducción importante de los niveles de pobreza que el país incubó en décadas pasadas”.

En esa línea, el presidente de la CPC, Hernán Somerville -que hoy deja la patronal-, junto a uno de los postulante al sillón principal de la cúpula empresarial, Luis Schmidt (titular de la SNA), destacaron “los logros” económicos de la dictadura.

“(Pinochet) llevó al país a una bonanza económica”, señaló Somerville y destacó la modernización que sentó las bases del ordenamiento actual. Schmidt, por su parte, “reconoció” el rol histórico del gobernante de facto para implementar el modelo neoliberal. Acto seguido, destacó que el empresariado “nunca dejó de lado al militar... Muy por el contrario... creo que Pinochet pertenece a la historia”.

Otro que comentó el deceso del dictador fue el presidente de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), Guillermo Arthur. “Dentro del legado social (de Pinochet) está el cambio previsional, que estaba totalmente quebrado, e implementó un sistema pionero en todo el mundo”, dijo. Por su parte, Pedro Corona, líder de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), redondeó las opiniones al resaltar los logros del país. “El Gobierno militar hizo las transformaciones que permitieron a Chile hoy en día tener en el exterior 3.500 millones de clientes”.

Contrarios

Una visión distinta es la que esbozó el conocido empresario Roberto Fantuzzi, quien criticó el modelo económico imperante en esa época. “Hubo aciertos, pero con un alto costo social. No hay que olvidar que hubo periodos de hasta un 30% de cesantía y se crearon el PEM y el POJH para paliar eso”, dijo.

Esa afirmación la tomó Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien fustigó la “supuesta” obra de Pinochet.

“Él entregó a los empresarios la fuerza para negarles los derechos a los trabajadores, perseguir los sindicatos, ganar plata sin ningún contrapeso y humillando a la gente”, comentó.

El líder sindical, que estuvo relegado por la dictadura en Chañaral, no escondió su malestar por la actitud mostrada ayer por los privados. “Me parece que los empresarios no aprendieron nada de lo que pasó en este país. Ellos vivieron cómodos durante 17 años amparados por las bayonetas. No me extraña que estén llorando a Pinochet, porque añoran los privilegios que les entregó”, dijo.

Señaló además que el fallecido dictador “trajo odio, muerte y tristeza a miles de chilenos, y particularmente a los trabajadores. Son 318 compañeros sindicalistas detenidos y desaparecidos, de los cuales a muchos de ellos todavía no encontramos. No es un momento para regocijarse, es para reflexionar frente a un señor que usó la fuerza para pisotear la dignidad de los chilenos”, concluyó.

http://www.lanacion.cl/

Posted by: pecha at Diciembre 12, 2006 08:30 PM

A todo esto, que los pinochetistas llamen a los españoles hijos de puta es el mayor elogio que desde hace tiempo se ha hecho a este país.

Señal que les dolió donde mas le duele, por mas que se libró el becerro de ser juzgado.

Ese es el mejor consuelo.

Posted by: pecha at Diciembre 12, 2006 09:27 PM

Otro:

Fraga: "Aunque Pinochet cometió algunos excesos, dejó Chile mejor de lo que se lo encontró"
"Pinochet se ha muerto. Paz a los muertos", dijo el senador del PP a los micrófonos del programa Noche Hache de Cuatro
EUROPA PRESS - Madrid - 12/12/2006

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Fraga/Pinochet/cometio/algunos/excesos/dejo/Chile/mejor/encontro/elpepuint/20061212elpepuint_7/Tes

Posted by: pecha at Diciembre 12, 2006 10:08 PM

Muerto el perro, ¿se acabó la rabia?

Posted by: jab at Diciembre 13, 2006 03:20 PM

En Chile se evitó una guerra civil, todos sabíamos que el golpe venía un día u otro, sepan hermanos españoles, que el golpe no fué una decisión de úna sola persona, sinó casi una decision politica al adherirse al golpe partidos de derecha y de centro.
Chile se salvó de una guerra civil, pero no se salvó de la guerra contra el marxismo, ya que se infiltraban armas de naciones comunistas cómo Cuba y Union Soviética.
Es cierto que asesinaron personas, pero el Comunismo Internacional casi acaba con Chile. No hubo alternativa. El difunto presidente Allende no logró convertir a Chile en una nueva Cuba.
Invito a los opinantes a conocer un poco más de historia y a no quedarse con conclusiones simplistas.
De todo, he aprendido de mi abuelo que ni la más buena de las dictaduras es mejor que la peor de las democracias.

Posted by: Diego Moreno L. at Diciembre 15, 2006 06:58 AM

"pero el Comunismo Internacional casi acaba con Chile"... De verdad que no puedo con los paranoicos. ¿Qué estaba haciendo Allende para acabar con Chile? Porque si alguien estaba haciendo algo para acabar con Chile eran los empresarios y la derecha en la oposición desestabilizando social y económicamente el país, y cuando vieron que no bastaba organizaron el Golpe de Estado. Antes de dar lecciones de historia, estúdiatela tú.

"Es cierto que asesinaron personas, ... No hubo alternativa",..., lo mismo dicen los terroristas. No hay alternativa excepto matar gente. Tío, das pena.

Posted by: Marcus at Diciembre 15, 2006 02:07 PM