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Julio 03, 2007

Viajar a Yemen

Algarabía cuenta en los comentarios del artículo anterior cómo es un viaje a Yemen:

De nada sirven en Yemen los escoltas ante un atentado suicida. Los escoltas que te proporcionan las agencias de viajes o la propia policia yemení, si te desplazas por tu cuenta, consisten en un par de jóvenes militares, pertrechados con AK-47 y completamente atemorizados, que viajan dentro del mismo jeep que tú y a los que después tienes que dar una propina. Cualquiera de los habitantes de Marib posee y lleva a cuestas muchas más armas que cualquier miembro del ejército yemení: un kalashnikov en cada hombro, cartucheras alrededor del cuerpo e incluso granadas. Y muchos de ellos, además de vestir como los pastún, fueron muyahidines en Afganistán.

He estado varias veces en Yemen, no como turista, y no te puedes desplazar por el país sin un salvoconducto. Después tienes que franquear un sinfín de check-points, en los que es bastante probable que te hagan recular al menor revuelo o altercado entre las diferentes tribus. Si consigues superar estos "trámites", entonces se añaden un par de militares que te acompañan en el interior del vehículo, y el chófer también suele ir armado, además de puesto de qat hasta los ojos.

Es cierto que no es un país fácil para viajar por tu cuenta o solo, entre otras cosas por falta de infraestructuras, pero también es verdad que hasta ahora no había habido ningún atentado contra turistas y que todos los secuestrados fueron liberados sanos, salvo los que mató el propio ejército yemení en un temerario asalto.

Existe una cultura de las armas muy arraigada, empezando por la yambiya, pero no es habitual que las usen salvo en reyertas tribales o en los enfrentamientos con el ejército, que sólo controla la zona que se extiende desde la capital hasta el sur, hasta Adén. Ir armado hasta los dientes es un símbolo de poder tribal.
O al menos lo era hasta que se han ido organizando o reorganizando grupos de corte yihadista.

Estas salvajes matanzas cada vez nos cierran más puertas. Y no poder visitar un país como Yemen, tan bello como hospitalario, es una de ellas.
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15.45
En los comentarios, Algarabía hace varias puntualizaciones: no todo el país está en las condiciones reseñadas en su texto. También corrige algunos pies de foto que han aparecido en la prensa.

Posted by Iñigo at Julio 3, 2007 12:34 PM

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Comments

En realidad no me expliqué muy bien (aún no he superado el shock de la noticia). Las diferencias entre el norte y el sur del país son enormes. Estas medidas son o eran válidas para viajar al norte de Sanaa, a la región de Marib, donde se ha producido el atentado, o a la región de Saada, aún más peligrosa y cuyos check-points es casi imposible franquear para un extranjero. Hacia el sur, Adén, y el este, la Tihama, se puede viajar sin protección alguna. Yo lo he hecho en autobuses locales sin salvoconducto y sin escolta militar, y la normalidad era tan absoluta como la ausencia de armas visibles. En la capital, Sanaa, está prohibido llevar armas por la calle, por lo que no hay la más mínima sensación de inseguridad y son raros los altercados salvo cuando aparece algún pick-up cargado de yemeníes del norte haciendo ostentación de su poderío armamentístico. La policía no interviene salvo que disparen, ya que existen una serie de pactos tácicos entre las tribus del norte y el gobierno de Ali Abdulá Saleh. De hecho, existen dos gobiernos paralelos, el tribal, que controla todo el norte, y el oficial, y ambos mantienen un sospechoso equilibrio de poder en la sombra.
Sólo cuando uno se desplaza al norte, donde abundan los zocos callejeros de armas automáticas, granadas y munición (puedes disparar al aire un ak-47 como si nada, o comprarte unas cuantas granadas por poco más de un dólar), además de qat en abundancia, hay que solventar todos esos trámites.
Curiosamente, leo en al-Yazira que el gobierno yemení había sido alertado de un atentado inminente y se había apresurado a incrementar la seguridad en las instalaciones petroleras, pero reconoce que no se le ocurrió hacerlo en Marib.
Y también me han parecido extraños los pies de las fotos que han publicado los medios. Todos ellos muestran en las imagenes del atentado a varios yemeníes mascando qat (la mandíbula los delata) vestidos con yalabiya y AK-47, y los califica de "fuerzas de seguridad". Mi impresión es que se trata de lugareños curiosos. Al menos cuando yo estuve, los soldados que me acompañaban iban vestidos con uniforme militar, no con chilaba, al igual que todos los que te encuentras en los check-points.

Y tengo que decirlo, armados hasta los dientes o desarmados, los yemeníes siempre me trataron con el máximo respeto y la máxima hospitalidad pese a ser más que evidente que era extranjera y que no llevaba siquiera el pelo cubierto por un pañuelo, incluso los rudos habitantes de Marib. Espero que este terrible atentado, y su difusión mediática sin profundizar o matizar, no acabe por perjudicar ni la imagen de un país absolutamente maravilloso ni la de un pueblo que te recibe con los brazos abiertos.
Yo volveré a Yemen. Y no soy ni valiente ni inconsciente.

Gracias, Iñigo.

Posted by: algarabía at Julio 3, 2007 02:56 PM