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Marzo 12, 2008

La dimisión del almirante Fallon

Los neocon se irán a dormir esta noche muy contentos. Una de sus némesis de los últimos tiempos ha presentado la dimisión. El hecho de que sea uno de los militares norteamericanos con un papel más importante revela hasta qué punto es importante que un adulto tome las riendas en la Casa Blanca. Incluso la presencia de John McCain sería todo un alivio.

El almirante William Fallon ha dejado de ser el jefe del Centcom, el Mando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU, el que tiene bajo su jurisdicción Oriente Medio y Asia central. El origen de su retirada está en un artículo publicado este mes por la revista Esquire, un largo perfil que describe la trayectoria del militar y que incluye sus ideas sobre el papel de EEUU en la zona.

Y entre esas ideas no está bombardear Irán hasta que vuelva a la Edad de Piedra.

Fallon ya había hecho algunas declaraciones públicas que no habían gustado en la Casa Blanca. Había mostrado su falta de interés en un ataque sobre Irán cuando su país está embarcado en sendas guerras en Irak y Afganistán en las que no le sobran los recursos. No es que fuera un paloma pacifista. Sabía que cualquier oposición frontal podría ser borrada de la faz de la Tierra por sus fuerzas militares. Pero es de esos militares que son conscientes de las limitaciones estratégicas del uso de la fuerza.

Por ejemplo, ¿qué haces el día después de haber destruido un país? "It's the aftermath, stupid", es lo que dicen algunos mandos militares.

El propio artículo de Esquire, escrito por un periodista experto en asuntos de defensa y que acompañó a Fallon en varios de sus viajes por los países de la zona bajo su jurisdicción, refleja las arenas movedizas sobre las que se movía el almirante. Desde luego, no le hizo ningún favor al entrevistado dando por hecho que Fallon era el único militar con poder que podía frenar las ansias militaristas de la Casa Blanca:

How does Fallon get away with so brazenly challenging his commander in chief?

The answer is that he might not get away with it for much longer. President Bush is not accustomed to a subordinate who speaks his mind as freely as Fallon does, and the president may have had enough.

Just as Fallon took over Centcom last spring, the White House was putting itself on a war footing with Iran. Almost instantly, Fallon began to calmly push back against what he saw as an ill-advised action. Over the course of 2007, Fallon's statements in the press grew increasingly dismissive of the possibility of war, creating serious friction with the White House.

Last December, when the National Intelligence Estimate downgraded the immediate nuclear threat from Iran, it seemed as if Fallon's caution was justified. But still, well-placed observers now say that it will come as no surprise if Fallon is relieved of his command before his time is up next spring, maybe as early as this summer, in favor of a commander the White House considers to be more pliable. If that were to happen, it may well mean that the president and vice-president intend to take military action against Iran before the end of this year and don't want a commander standing in their way.

And so Fallon, the good cop, may soon be unemployed because he's doing what a generation of young officers in the U. S. military are now openly complaining that their leaders didn't do on their behalf in the run-up to the war in Iraq: He's standing up to the commander in chief, whom he thinks is contemplating a strategically unsound war.

En cierto modo, lo extraño es que no hubieran forzado antes la retirada de Fallon. Hasta ahora le había defendido el jefe del Pentágono, Robert Gates, el mismo que le había puesto en el cargo y que ha demostrado las mismas reticencias a un ataque sobre Irán.

Es probable que la Casa Blanca haya visto este artículo como un desafío al presidente y haya obrado en consecuencia. El nombre del sustituto dirá mucho sobre si los tambores de guerra que Fallon había acallado volverán a sonar.
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Algunas reacciones a la noticia.

Posted by Iñigo at Marzo 12, 2008 12:38 AM

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Comments

Lo siento mucho, pero estoy en desacuerdo: son los civiles, escogidos por el pueblo, lo que determinan la política, no los militares de carrera. Exponer opiniones contrarias a la cadena de mando no es legal ni admisible en casi ningún ejército, y el resultado ha sido el habitual.

Una cosa es estar en contra de la invasión de Iran o en contra de Bush, otra es condenar la expulsión de un militar que está intentando dinamitar la política de un gobierno civil.

Posted by: j at Marzo 17, 2008 01:58 PM