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Noviembre 23, 2008
Los piratas son gente honrada
Lo que para algunos es un serio percance económico para otros puede ser una estupenda oportunidad de negocio. Y en un país que vive sumido en el caos y cuyos habitantes tienen una expectativa de vida de 46 años, rechazar una forma rápida y no demasiado arriesgada de ganar dinero no es una opción muy inteligente.
El aumento de los ataques de piratas en la costa de Somalia en este año ha hecho que las navieras, las aseguradoras, los productores de petróleo y la OTAN vuelvan su mirada a un lugar olvidado. Es otra aplicación práctica de esa frase que, adaptada a este caso, se leería así: tú puedes pasar de Somalia, pero Somalia no pasará de ti.
Desde 1991, su historia es una sucesión de guerras entre milicias, clanes y fuerzas militares extranjeras. Milicianos y mercenarios locales han ido adaptándose a las condiciones del mercado para sobrevivir. Cuando la guerra civil puede emplearlos a todos, no hay problema. Pero si la paga no es buena o se respira demasiado plomo en el ambiente, los más emprendedores prueban nuevos horizontes laborales. Los que viven en la costa cuentan con aptitudes profesionales con las que adaptarse a la piratería (¿ya no pueden pescar?). Al empezar a tener éxito, otros siguen su ejemplo. Al principio, es suficiente con salir al mar. Más adelante, los más innovadores se harán con las herramientas tecnológicas apropiadas y sobornarán a la gente que les dará la información precisa: por muy grande que sea un barco, no es tan fácil encontrarlo en el mar si no conoces su ruta.
92 abordajes en el golfo de Adén en este año y unos 30 millones de dólares obtenidos en rescates son una publicidad irresistible. El viceministro de Pesca del Gobierno regional de Putland lo admitía a un periodista de The Guardian: "Hasta los estudiantes de secundaria están abandonando las clases para ir a Eyl porque ven que sus amigos están ganando allí un montón de dinero".
En Eyl todo es una fiesta. Es el puerto al que vuelven los piratas y donde muchas veces se pagan los rescates. Entonces, corre el dinero, no el ron sino el qat (un alucinógeno estimulante, muy adictivo, extendido en el este de África), y los comerciantes locales alegran la vista. Todos los pagos se hacen en efectivo y además los piratas no regatean ni se pelean entre ellos. Lo crean o no, dicen que hasta las chicas prefieren casarse con piratas. Ni siquiera Jack Sparrow gozaba de tanta reputación.
Los ministros de Defensa están alarmados. Se habla de reforzar la vigilancia con buques de guerra para poner fin a los asaltos, que ya han multiplicado por diez las primas de los seguros y condicionado las rutas del transporte marítimo. Es menos gravoso atacar el síntoma que el origen del problema. Nadie parece interesado en buscar una solución para el futuro de Somalia. Los países en los que el 25% de los niños mueren antes de cumplir cinco años no están en la lista de prioridades, el comercio internacional es otra cosa.
Durante años, ese mismo caos no resultaba oneroso, antes al contrario. Los pesqueros chinos y europeos, entre ellos los españoles, esquilmaban unas aguas muy productivas porque no había ningún Gobierno que pudiera controlar esos recursos. Hay que recordar que los pescadores del Playa de Bakio exigían que la Armada española les protegiera para volver a faenar. Es un escándalo, nos roban mientras les robamos. ¿Cómo se puede permitir esto?
La privatización de la guerra acudirá en rescate de políticos y empresarios. Blackwater ya ha anunciado que a finales de año enviará el primero de varios barcos a esas costas repletas de bárbaros. Su flotilla estará a disposición de las navieras interesadas. La compañía ya ha dicho que varias de ellas les han comunicado que están interesados en sus servicios.
Un lugar sin ley ni orden como Somalia es el escenario perfecto para los mercenarios que regaron de sangre las calles de Bagdad. Piratas contra piratas, un final perfecto para esta historia. ¿Quién dijo que la economía de mercado no puede adaptarse a las condiciones más difíciles?
Posted by Iñigo at Noviembre 23, 2008 01:19 PM
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Comments
Ignacio, me quito el sombrero con este post. Vas a conseguir que algunos nos hagamos adictos a este blog.
Posted by: Jesús at Noviembre 23, 2008 07:43 PM
Y para algunos, la solución es no pagar rescates...
http://viajeroaitaca.blogspot.com/2008/11/al-abordaje.html
Posted by: Raúl at Noviembre 23, 2008 10:04 PM
En parte estoy de acuerdo, y en parte, no...,
(es que soy gallego)...
Desde un punto de vista de la lógica económica, es normal que los somalís vean una salida laboral en la piratería, y que los afectados busquen la maneara de impedirlo...
En cuanto a lo de ladrones robando a ladrones..., depende... El mar es libre y fuera de las aguas territoriales no reconozco ninguna autoridad que pueda impedir una explotación racional de los recursos pesqueros, (otra cosa puede ser un explotación no racional, una esquilmación o una contaminación y destrucción gratuita)...
Que yo sepa, hace tiempo que los atuneros españoles pescan en aguas internacionales del índico o solo en aguas territoriales de países con los que tienen acuerdos o empresas mixtas, (caso por ejemplo de los camaroneros en Mozambique)... (Otra cosa es lo que hagan pesqueros "piratas" sin bandera o con bandera de conveniencia, detrás de los que en algún caso puede haber armadores españoles), pero desde luego ese no era el caso del Playa de Bakio...
En cuanto al desinterés de occidente por Somalia, en mi opinión es lógico, el primer requisito para salir de un problema es ayudarse a sí mismo, y si los somalís no quieren, pues no se hable mas, yo no reconozco el supuesto derecho de ingerencia humanitaria, y además, la caridad bien entendida, empieza por uno mismo...
Cuando los propios somalís se aclaren, ofrezcan un marco minimamente seguro y quieran colaboración exterior, y además, la soliciten expresamente, entonces será la hora de demostrarles solidaridad, mientras tanto, ¡alla se maten!...
Posted by: Costadamorte at Noviembre 24, 2008 11:04 AM
Como apunte, la referencia adecuada no son las aguas territoriales, que delimitan la soberanía, sino la "zona económica exclusiva", que se centra más en los derechos de explotación.
Posted by: tp at Noviembre 24, 2008 01:00 PM
Hombre te has dejado una noticia que indica otra manera de abordar (nunca mejor dicho) el problema. Una fragata india a la que buscaban las cosquillas disparó contra la nave pirata y la hundió. Es lo que va a acabar por ocurrir de manera generalizada, pero entonces seguro que habrá un post sobre lo malos que son en la marina de x por hundir un barco de somalíes desesperados.
Hay tambien que recordar que por ejemplo Egipto y Kenia estan cada vez mas mosqueados, puesto que si se cambian las rutas maritimas, las van a pasar moradas. No es eso tan binario de ricos contra pobres...
Por otro lado se echa en falta una propuesta de solución en el post. Mucha queja pero que hacemos... ingerencia ya se intentó (y sabemos como acabó) y si la solución es promover una Somalia taliban no veo yo la ventaja.
Posted by: Rosie at Noviembre 24, 2008 03:42 PM
AAAAARGHH! Buen relato Iñigo.
Si hasta hace unos años eran las aguas malayas el ámbito de las poco románticas historias de piratas modernos, ahora la Isla Tortuga intemporal se sitúa donde el mar, el dinero, las armas, la desesperación, la falta de escrúpulos y el ingenio de encuentran. Todos llevan un poco de cada cosa en sus petates.
Lo de Blackwater, y la actitud de indúes y keniatas, no viene sino a constatar una vez más que, por siglos que pasen, los conflictos tendemos a seguir resolviéndolos igual. Sea en el XVII, sea en el XXI, y habrá que ver en el XXIII, siempre es más vistoso y efectista pasar a algún patapalo por la quilla o cañoear un bergantín, que no trabajar en soluciones a los problemas de fondo, que dan un sinfín de trabajo y menos espectáculo.
Posted by: Daniel Muro at Noviembre 26, 2008 01:18 AM
Que yo sepa, el Qat no es un alucinógeno sino un estimulante (como el té o el café).
Muy bueno el artículo por lo demás.
Posted by: mohamed at Noviembre 26, 2008 03:22 PM