« Todo por decidir en Galicia | Main | El TAU, campeón de la Copa »

Febrero 22, 2009

Israel, como siempre, haciendo amigos

Ser amigo de Israel es realmente duro. Por lo que parece, lo más normal es que te deje tirado. Las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, a través de la mediación egipcia, estaban a punto de fructificar y producir una tregua permanente. Esta semana, Ehud Olmert decidió que la liberación del soldado Shalit debía ser previa a la apertura de los pasos fronterizos con Gaza y los contactos quedaron bloqueados. El propio negociador israelí, Amos Gilad, no pudo por menos que saltarse la confidencialidad habitual en estos casos y soltó toda su frustración al diario Maariv. Gilad no daba crédito por la ceguera estratégica que supone el cambio de actitud de su Gobierno a mitad de negociación. A todos los efectos, el régimen egipcio está colaborando con Israel, no necesariamente en el sentido peyorativo del término, sino arriesgando su posición en el mundo árabe y su estabilidad interna para que pueda haber un acuerdo, y al final Olmert le deja tirado.

"I don’t understand what it is that they’re trying to do," Gilad was quoted in Maariv as saying. "To insult the Egyptians? We’ve already insulted them. It’s madness. It’s simply madness. Egypt has remained almost our last ally here. For what? After all, it’s damaging to national security. Our very essence here is a choice between bad alternatives to worse ones and even worse ones.

The Egyptians have shown extraordinary courage. They’ve given us maneuvering room, they’re trying to mediate, they’re investing efforts, they’re showing goodwill of a kind they’ve never shown before. So it’s true that on the ground that comes out as 60% and not 100%... So what are we going to do? Mubarak has been fair and courageous, the Rafah border crossing is closed, Hamas is under siege. What are we thinking? That they work for us? That they’re a subordinate unit of ours?

We’re talking about a country with 85 million citizens, a country that almost destroyed us in 1948 and dealt us a blow in 1973. Look at what is happening in the region, how the lava is bubbling, how everything is in an uproar, they also have the Muslim Brotherhood, look at Jordan, look at Turkey. Do we want to lose all that?"

Otro ejemplo. Con el apoyo del Gobierno de su país, Ali Dogramaci, rector de la Universidad de Bilkent, de Ankara, hizo una propuesta interesante a las autoridades israelíes hace dos años: construir un gran complejo hospitalario en la zona fronteriza entre Israel y Cisjordania, a la altura del paso de Jalameh, en concreto en territorio israelí. Dogramaci se comprometía a costear los 850 millones de dólares del proyecto --su familia es millonaria-- para financiarlo durante 20 años. Incluiría un hospital para 200 niños palestinos, una clínica y un hotel para las familias de los pacientes. El rector aceptaba que fuera Israel quien marcara las medidas de seguridad imprescindibles. Es decir, serían los israelíes quienes decidieran qué personas podían disfrutar de atención hospitalaria en ese complejo. Todos ellos tendrían que solicitar los permisos correspondientes.

La idea recibió inicialmente todo el apoyo del primer ministro Olmert, del presidente Shimon Peres y del ministro de Defensa, Ehud Barak. Un general retirado recibió el encargo de hacerla posible. Todo parecía ir bien. Dogramaci se reunió con varios ministros y con el líder del Likud, Netanyahu, y recibió buenas palabras de todos. Las relaciones con Turquía son de gran interés estratégico para Israel. Parece que nadie quería bloquear un proyecto claramente humanitario en el que Israel siempre podía poner los límites. El gobernador de la cercana ciudad palestina de Jenin también se comprometió a que no hubiera obstáculos. Resultaba creíble porque había conseguido pacificar en el último año una de las ciudades más problemáticas de Cisjordania.

Al final, los militares israelíes vetaron el proyecto. Todas las demás consideraciones eran secundarias. El general retirado que había intentado promoverlo se vio contra una pared:

"It's too bad that after so many of the country's leaders welcomed the project, they're letting the defense establishment sabotage it. I certainly don't belittle security considerations, but the time has come to stop viewing everything through the hole of the gun-sight and to understand that a political-security reality is not built solely by means of targeted assassinations and checkpoints. Anyone who claims that the compound will constitute a security hazard hasn't bothered to read the plan."

El que manda, manda.

Posted by Iñigo at Febrero 22, 2009 09:52 PM

Trackback Pings

TrackBack URL for this entry:
http://www.escolar.net/cgibin/MT/mt-tb.cgi/10627

Comments

bueno son israelies y actuan como israelies nada extraño

Posted by: mexicano at Febrero 22, 2009 10:10 PM

Estos israelies como siempre insultando a la inteligencia, y matando las esperanzas de paz.

Posted by: Jose at Febrero 23, 2009 01:10 AM

y luego dirán que es hamás quien no quiere la paz.

Claro. Lo que ellos digan.

Posted by: Vespasiano at Febrero 23, 2009 01:22 AM