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Marzo 15, 2011

Abandonen ordenadamente el edificio mientras se desata el pánico

¿Qué ocurre cuando gritas '¡fusión del núcleo del reactor!' a las puertas de una central nuclear?

La gente se pone de los nervios. Los políticos, aún más.

Alemania y Suiza han anunciado una revisión completa de sus instalaciones nucleares a la luz de lo ocurrido en la central japonesa de Fukushima. Merkel, que empieza a otear un futuro electoral sombrío, ha impuesto una moratoria de tres meses con un aviso claro de que, incluso en el caso de que el examen sea positivo, no se volverá inmediatamente a la situación anterior. No importa que resulte improbable (nada es imposible) que ambos países sufran un seísmo de magnitud similar al de Japón. Pero sí es imposible que por ejemplo Suiza reciba el golpe de un tsunami, que es lo que ha originado la situación crítica de Fukushima.

En cualquier caso, los luces van a seguir encendidas por mucho que la construcción y planificación de nuevas centrales nucleares vaya a experimentar un parón. Cuando una central se queda sin suministro eléctrico y resulta imposible refrigerar su interior, es lógico que haya que revisar uno de los fundamentos básicos de la seguridad nuclear: el principio de redundancia. ¿Existen situaciones en las que puede llegar a no funcionar un doble y hasta triple sistema de seguridad? El caso de Japón demuestra que sí.

Las centrales nucleares no se construyen para que en la situación más dramática la radiación no salga al exterior, sino para que funcionen correctamente durante décadas. Eso es lo que se nos ha dicho siempre. Eso es lo que justifica que cuando alcanzan el final de su vida útil, haya argumentos en favor de una prórroga de su existencia.

La energía nuclear siempre se ha enfrentado a lo que para mucha gente es su pecado original. No se puede disociar del impacto que supuso la explosión de dos bombas nucleares en la Segunda Guerra Mundial. Son asuntos diferentes pero en su origen tienen que ver con lo mismo: la utilización de la fisión nuclear para producir energía o muerte. Ya deberíamos saber que una central nuclear no puede explotar tal y como lo hace una bomba nuclear (como bromeaba alguien hoy, ya querrían los iraníes que fuera tan fácil construir una bomba), pero ese poder del átomo continúan produciendo escalofríos. El ser humano ha probado, en general de forma involuntaria, infinitas formas de morir, y una de las que causa más pánico es la que procede de la amenaza invisible de la radiación. Más que irracional, es un sentimiento arracional. Definición chapucera: no atiende a razones.

El ser humano es especialmente torpe a la hora de valorar los riesgos. Ni siquiera echando mano del recurso más sencillo, el de los números, tiende a hacer una valoración exacta del precio que está dispuesto a pagar para conseguir un objetivo. Lo vemos todos los días con el terrorismo. No tiene sentido comparar las 3.000 víctimas del 11-S con el número de norteamericanos muertos en accidentes de tráfico ese año (42.196 en 2001).

El primer dato tiene un impacto político y social determinado que el segundo no tiene. Por eso, el terrorismo es una herramienta fantástica en manos de los políticos para provocar miedo y con él evidentes dividendos políticos en una dirección u otra. Los accidentes de tráfico no son tan fáciles de ordeñar.

Ciertos miedos atávicos funcionan igual cuando comparamos la seguridad de viajar en avión con otras formas de transporte. En el primer caso, estamos a merced de la pericia de otra persona para hacer algo, volar, para lo que no está diseñado el ser humano, mientras que cuando conducimos pensamos que podemos elegir nuestro destino al realizar una tarea tan convencional como cotidiana. Los cementerios están llenos de gente que cometió errores en el segundo caso, mientras que son muchísimos menos los que eligieron el día equivocado para volar.

El miedo a la energía nuclear hace además que la gente olvide el coste impresionante de los combustibles fósiles, que no son ni de lejos una forma indolora de producir energía, sobre todo para el medio ambiente. En varias zonas del mundo --Oriente Medio es un ejemplo obvio--, se han producido guerras y conflictos originados en buena parte por el acceso al petróleo y otros recursos energéticos. Miles de personas mueren cada año sin que la radiación tenga nada que ver.

Algunos ya se han apresurado a dictaminar que estamos ante el fin de la era nuclear. Nada les gusta más a los periodistas que creer que se pueden adelantar a los acontecimientos. Eso justifica, supongo, que haya gente que tenga la costumbre de preguntar a un periodista '¿qué crees que va a pasar con...?', cuando en realidad su especialidad, aquello en lo que son realmente buenos, es explicar por qué ha pasado lo que ha pasado. Parece sencillo, pero no debe ser tan fácil hacerlo de forma casi inmediata, no un año después, cuando los periodistas llevan más de dos siglos viviendo de esto.

Partiendo de la base de que no tenemos la total seguridad de saber cómo va a terminar el accidente de Fukushima, es seguro que esta crisis tendrá una repercusión mayor que la de Chernóbil, incluso siendo este último un caso más grave. Es muy sencillo: no se podrá echar la culpa a los problemas de diseño de la central ucraniana ni a la forma soviética de hacer las cosas en una época de decadencia.

El accidente se ha producido en Japón, paradigma de los avances tecnológicos y de la precisión en el funcionamiento disciplinado de su sociedad. En realidad, como tantas otras cosas, esto tiene algo de mito porque la industria nuclear allí ha sufrido los mismos problemas de falta de transparencia, y ocultación y falseamiento de la realidad habituales en otros países. Pero nadie puede negar que Japón es un lugar con una amplísima experiencia en energía nuclear. La gente no creerá que su propio Gobierno será más inteligente en este asunto que esos ordenados y educados japoneses.

La catástrofe se origina en un acontecimiento tan poco habitual, un terremoto de 8,9 grados en la escala Richter, que casi se podría considerar una aberración. Error de concepto. Los gobiernos siempre alardean de que la seguridad de las personas es la prioridad número uno ante la que cualquier otra consideración es secundaria. Mienten, desde luego, y lo vemos todos los días. No importa. Es el discurso que esperan escuchar los votantes. Quieren una situación de riesgo cero y los políticos les convencen de que eso es posible.

También hay gente, sobre todo la relacionada con el sector de la energía que prevé que el desenlace de Fukushima no será tan dramático para los intereses de la industria nuclear. Al final, todo el mundo quiere que los interruptores funcionen y se molesta si le dicen que tiene que pagar más por eso. Una vez más, hay que apuntar que éste y pronósticos diferentes son discutibles hasta que se sepa exactamente cómo acabará la crisis.

En estos momentos, se están construyendo 62 centrales nucleares en todo el mundo, y se prevé que haya otras 482, de las que 158 han recibido ya el visto bueno. El cálculo es muy sencillo. La energía que no salga de esas centrales tendrá que buscarse en otro sitio. La evolución del precio del petróleo indica que es imposible un aumento de la producción que pueda estar a la altura del crecimiento de la demanda en la próxima década. Pueden solucionarse problemas puntuales cuando un país (Irak en 2003 o Libia ahora) se ve incapaz de alcanzar su cuota, pero la tendencia es irreversible.

El recurso a la energía nuclear parecía el último comodín que podía servir para cumplir los objetivos de lucha contra el cambio climático. Mi impresión, quizá equivocada, es que los principales gobiernos del mundo nunca se pondrán de acuerdo en reducir las emisiones, bien por las inmensas inversiones económicas necesarias o porque los intereses de China e India son radicalmente diferentes a los de EEUU y Europa. El descenso en emisiones conseguido el último año sólo ha sido posible gracias a la peor recesión en medio siglo. No se aprecia en las sociedades occidentales el interés por asumir los sacrificios requeridos. Una medida de ahorro energético tan pequeña como reducir en 10 kilómetros por hora la velocidad máxima en autovías ha generado una ridícula polémica en España. Si ni siquiera estamos dispuestos a aceptar eso, no quiero ni pensar en lo que ocurriría con medidas estructurales de más peso. Esto no se soluciona reciclando y apagando la televisión, en vez de dejarla en 'stand-by'.

Lo que se está produciendo ahora cuando escribo esto (la tercera explosión en el complejo nuclear de Fukushima) cambia por completo las coordenadas de cualquier discusión fría y sosegada. Hay serios indicios de que la vasija del reactor de Fukushima 2 se ha podido ver dañada. No está confirmado, pero esa es la posibilidad que se está discutiendo. El personal de la central ha sido evacuado y sólo han quedado unas 50 personas como retén de emergencia. Una rueda de prensa de los responsables del operativo ha dado una pésima impresión. No hacían más que disculparse y los periodistas insistían en que no necesitaban más peticiones de perdón, sino información.

El primer ministro ha dicho que se ha enterado de la explosión por televisión (allí eran en torno a las seis de la mañana) y que no le han informado hasta una hora después. Inquietante.

Yo estoy inclinado a dar la razón a los científicos y creo que mantener nuestro nivel de vida sin destruir el planeta exige asumir riesgos muy superiores a los del pasado. Pero si los ingenieros de la muy capitalista Japón demuestran un nivel de incompetencia parecido al de los de la URSS, o sencillamente les resulta imposible impedir que Fukushima se convierta en un cementero nuclear similar a Chernóbil, no veo cómo se puede ganar ese debate.
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El vídeo es de la segunda explosión en Fukushima en la madrugada del lunes.

Posted by Iñigo at Marzo 15, 2011 02:12 AM

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Comments

Nuclear o no es como elegir entre una bofetada todos los días por el resto de tu vida o jugar una sóla vez a la ruleta rusa.

Posted by: El Flaco at Marzo 15, 2011 04:33 AM

Magnífico artículo, gracias.

Posted by: Angel at Marzo 15, 2011 07:42 AM

¿Podrías explicar eso de "dar la razón a los científicos y creo que mantener nuestro nivel de vida sin destruir el planeta exige asumir riesgos muy superiores a los del pasado"?
Que es que no lo llego a comprender.
¿Qué riesgos? ¿El nivel de vida de "nosotros" o el nivel de vida de todos los habitantes del planeta?
¿Que ellos sigan siendo pobres y nosotros derrochadores? ¿Qué científicos han dicho lo qué? (Podrías poner un enlace, que estamos en la interné)

Posted by: Joseluis at Marzo 15, 2011 08:58 AM

"¿Podrías explicar eso de "dar la razón a los científicos y creo que mantener nuestro nivel de vida sin destruir el planeta exige asumir riesgos muy superiores a los del pasado"?"

JoseLuis, creo que se refiere a que ahora mismo la unica alternativa realista a los combustibles fósiles que tanto contaminan y dañan la naturaleza es la energia nuclear. La cual, siendo potencialmente muy peligrosa para la vida humana en caso de fallo, tiene un impacto ambiental muy reducido en comparación.

Lo dicho, muy buen artículo Iñigo.

Posted by: SpanishInquisition at Marzo 15, 2011 10:13 AM

Estimado Iñigo,
Es evidente que el declive de los combustibles fósiles en esta época de derroche energético necesita una planificación seria y a largo plazo. Bajar 10 km/h el límite de velocidad en las autopistas parece más una broma que parte de una planificación seria.
El mantenimiento de ese sistema derrochador como base inamovible y la búsqueda de fuentes de energía para satisfacerlo es sólo una manera de encarar el problema, con la que las grandes corporaciones (no sólo energéticas)están encantadas.

Posted by: Jor at Marzo 15, 2011 10:17 AM

Mas allá del riesgo de accidente, a mi hay una cosa que no me acaba de cuadrar.
Si la energía nuclear es nuestra gran esperanza de abastecimiento energético.
¿De dónde va a salir el uranio para tanta nueva central nuclear?
La producción parece bastante limitada: http://crashoil.blogspot.com/2010/07/el-pico-del-uranio.html

Posted by: Viditocho at Marzo 15, 2011 10:40 AM

Efectivamente, el uranio se acabará como se acabará el petroleo. Aunque también es cierto que hay tecnicas de reciclaje en estudio que permiten reaprovechar actuales desechos radioactivos para hacerlos servir en su lugar.

Hay un problema de tiempo. El petroleo y el uranio están "a mano" y producen mucha energia, y las tecnologias alternativas tienen otros problemas (la solar es poco potente, la eolica requiere mucho espacio... etc)

A la muy larga, deberiamos ser capaces de construir reactores de fusion, comparativamente muy limpios y muy potentes. Pero esa tecnologia todavia esta en su infancia y cargada de problemas de desarrollo. El proyecto ITER lleva ya varias decadas en marcha sin conseguir resultados que se puedan llevan poner en practica.

Resumiendo, estamos jodidos :(

Posted by: SpanishInquisition at Marzo 15, 2011 10:56 AM

Magnifico articulo, pero echo en falta algo. La problemática de los residuos no es banal. Sus periodos de desactivación son demasiado largos como para tener la certeza de que su almacenamiento permanecerá seguro el tiempo suficiente

Posted by: Isabelingeniera at Marzo 15, 2011 11:21 AM

Sobre los combustibles fósiles, para eso está la captura de CO2. Y los programas como “Sustainable power generation from fossil fuels: aiming for near-zero emissions from coal after 2020” de la Comisión Europea. No serán gratis, porque incrementarán más aun el precio de la energía, pero sí hay muchos programas de investigación funcionando en esa línea.

http://www.co2storage.org.uk/

Posted by: Neikos at Marzo 15, 2011 12:08 PM

¿Vais a decirme que la única alternativa a los combustibles fósiles es la energía nuclear? ¿Qué hacemos con los residuos altamente contaminantes que generan estas fábricas de muerte cada día? ¿Los enterramos en búnkeres construidos por la empresa más barata? ¿Los dejamos en las "piscinas" de las centrales, que ya no dan más de sí? ¿Los enviamos a algún país del Tercer Mundo? ¿Los ponemos en los jardines de la Moncloa cuando ya no sepamos dónde meterlos?

Posted by: tarik at Marzo 15, 2011 12:08 PM

Desde luego que faltan muchas cosas en el artículo, y la más importante es la de los residuos, como apunta Isabel. Es uno de los puntos débiles de la energía nuclear y es imprescindible a la hora de considerar su coste.

La idea de que las piscinas de las centrales están a punto de rebosar no es del todo correcta porque además se viene manejando desde hace años. A estas alturas ya deberían haber rebosado.

Como se ve en casi todos los países, la elección de un lugar para convertirlo en almacén geológico profundo se enfrenta a múltiples obstáculos políticos. Y como dicen los grupos ecologistas, tampoco está exenta de riesgos porque obliga a trasladar los residuos de las centrales al almacén en un transporte permanente que aumenta las posibilidades de un accidente.

En el futuro es muy probable que las centrales se diseñen de forma que puedan almacenar en su interior los residuos que generen. Al menos eso es lo que escuché en un seminario reciente sobre la industria nuclear británica.

Posted by: Iñigo at Marzo 15, 2011 12:38 PM

Muy buen artículo, Íñigo, sólo una cosilla chiquitita: el terremoto es de «grado 8,9» (bueno, el gobierno japonés ahora dice que 9,0) no de «8,9 grados en la escala de Richter» (que ya no se usa).

Posted by: paradoja at Marzo 15, 2011 01:55 PM

Lo más provable, y me pongo el gorro de profetizar, es que sencillamente todo se olvide en cuanto aparezca algo nuevo en la tele y todo siga como hasta ahora. Menos en Fukushima, claro.

Posted by: Hanoc at Marzo 15, 2011 04:53 PM

El problema estriba en la frase "mantener el nivel de vida"

Si "mantener el nivel d vida" significa mantener o aumentar el consumo de energía mal vamos.

Porque, señores, nunca tendremos suficiente, ni con 100 ni con 1000 nucleares. El problema de la civilización es que no se han abordado desde un punto de vista científico la cuestión de los LÍMITES.

Creo que es básico. Debe haber límites de carga. Límites de población y de consumo por habitante.

Así el ahorro y la eficiencia máximas deben incrementarse. Es algo muy impopular pero en ningún lugar está escrito que el populacho sea culto y conozca la situación a la que nos enfrentamos como sociedades avanzadas.

Habrá que aprender a base de palos. Que yo sepa los científicos no están de acurdo para nada en el tema nuclear. yo mismo soy físico y soy consciente de que el Uranio en sí mismo es un bien agotable. La fisión nuclear no puede estar en la ecuación energética del futuro.

Todo debería pasar por reducir el consumo, en especial la movilidad en base al automòvil privado.

Posted by: vktr at Marzo 15, 2011 05:01 PM

De hecho el problema de las centrales nucleares es para la sociedad, no para el medio ambiente como bien dices. Pero el riesgo potencial es enorme. Imaginamos una guerra entre dos países en el que por lo menos uno de ellos tenga centrales nucleares?

No hace falta que sean objetivo o blanco de ataques. Solo con que la central se tenga que abandonar a su suerte es suficiente para que la cosa pudiera desmadrarse en caso de haber problemas.

Un avión puede estrellarse y la cosa no pasa de ahí. Una central si explota y llega a liberar sus materiales entonce....ay entonces. Ese es el problema por eso, en término de riesgo potencial nadie asegura la actividad de las nucleares. No hay seguro capaz de pagar el escape potencial.

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En la ecuación de la energía hay dos extremos. Producción y consumo... de ambos es el consumo el que de forma más directa podemos atacar. Ahora bien popular no és pero deben aprovecharse catástrofes como estas para meterle mano.

Posted by: vktr at Marzo 15, 2011 05:12 PM

En Suiza no puede haber un tsunami, pero puede haber un corte masivo en la red eléctrica por cualquier otro motivo... y ese ha sido el punto de partida de esta desgracia.
Que además tienen que quedar inutilizados los sistemas diesel de emergencia. Efectivamente. Ya se ha visto lo imposible que era eso.

Posted by: Caja China at Marzo 15, 2011 05:21 PM

FYI

MIT NSE Nuclear Information Hub

Information about the incident at the Fukushima Nuclear Plants in Japan hosted by http://web.mit.edu/nse/ :: Maintained by the students of the Department of Nuclear Science and Engineering at MIT

Posted by: Anonymous at Marzo 15, 2011 08:44 PM

The UK government's chief scientific advisor, John Beddington, says it is wholly wrong to compare the situation at the Fukushima plant with Chernobyl:

The point about the Chernobyl thing was, it went up to 30,000ft or so and it continued for months on end. The sort of thing that would happen with an explosion in Fukushima would actually be relative duration, hours at the absolute most. What happened with Chernobyl was that the graphite core caught fire and you got radioactive material being putting out to a very great height over a very long period and pretty much went round the world. That radioactive material then went in to the food chain, sheep ate it and concentrated it. That was the problem. It's totally different here in Japan.

Posted by: Anonymous at Marzo 15, 2011 08:47 PM

Quizá si los transportes públicos fueran más accesibles se reduciría el uso de combustibles fósiles. En España se ha apostado por la Alta Velocidad cuando las familias no se pueden permitir esos viajes. Un ejemplo: billete de lanzadera de alta velocidad C. Real-Madrid ida-vuelta 40 €. Cuatro personas 160 €. Con ese dinero la familia llena el depósito, puede comer en Madrid, realizar compras y volver sin vaciar del todo el depósito. Qué hay otros transportes, sí, pero a cambio de tardar el doble de lo que tardas en el coche. Mientras esto esté así no habrá manera de que el ciudadano de a pie deje su vehículo.

Posted by: Manuel Ángel at Marzo 15, 2011 09:04 PM

O natural, non nos esquezamos, é vivir coa luz do sol e durmir coa da lúa. O demais altera a nosa antureza como animais e seres vivos. Sabedes cantas toneladas de monte hai que destruír para conseguir un kg. de uranio??? STOP NUCLEAR!!!

Posted by: xosé marcelino at Marzo 19, 2011 06:16 AM