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Marzo 29, 2011

Armas para los rebeldes libios

Los países occidentales han volcado todo su apoyo en los rebeldes libios. La conferencia celebrada en Londres certifica que el régimen de Gadafi está acabado y que ha perdido “la legitimidad” para seguir gobernando. La única concesión, si se le puede llamar así, es que podrían aceptar una salida negociada que acabaría con Gadafi fuera de Libia, y no necesariamente ante un tribunal para responder de crímenes de guerra.

EEUU y Europa, con varios países árabes asumiendo un rol secundario, aún no han dado el siguiente paso con el que definitivamente desequilibrarían la balanza en favor de los rebeldes libios: suministrarles las armas y explosivos que sus representantes pidieron a los países que asistieron a la conferencia.

La decisión no está tomada y de hecho existen serias dudas de que lo permita la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU. No se habló del tema en la conferencia de forma oficial, pero varios líderes se refirieron a ello después, y no en los mismos términos.

Hillary Clinton, dijo que aún es pronto para considerarlo, pero dejó claro que Washington estima que no habría ningún problema jurídico en enviar armas: “Nuestra interpretación es que la (resolución) 1973 enmienda o supera la prohibición absoluta de enviar armas (que existía en la resolución 1970), y por tanto si algún país decidiera hacerlo, sería una transferencia legítima de armas. Pero de momento no hemos tomado esa decisión”. Estaba claro que la resolución se iba a estirar todo lo necesario.

En un encuentro con periodistas españoles, la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha hecho una interpretación completamente diferente. “Tanto en la resolución 1970 como la 1973, la aplicación del embargo de armas rige para todas las partes en el conflicto. Para esa eventualidad, que no se ha discutido hoy, tendría que aprobarse otra resolución”.

Los partidarios de armar a las milicias contrarias a Gadafi recibieron un cierto apoyo por parte del primer ministro de Qatar: “Nuestra posición es que debemos evaluar los ataques aéreos después de un tiempo para ver si son efectivos o no en la protección del pueblo libio”. Quedó claro que si Gadafi consigue resistir en Trípoli la cuestión de armar a los rebeldes volverá a estar en primer plano.

La posible presencia de antiguos o actuales miembros de Al Qaeda en las filas de la oposición libia es el obstáculo más citado. Nadie quiere repetir los errores que se cometieron al entregar armamento a los mismos muyahidines afganos durante la invasión soviética que años después se aliaron con Osama bin Laden. De las declaraciones de algunos líderes europeos, se deduce que hay quien podría estar dispuesto a asumir ese riesgo.

Clinton no quiso entrar en esa discusión y dijo no tener información específica sobre esa hipotética presencia, que sí fue confirmada por uno de los dirigentes de las milicias rebeldes. Trinidad Jiménez no le dio mucha importancia: “Si hay algún elemento (de Al Qaeda), sería aislado e irrelevante”.

Para los países reunidos en Londres, Gadafi ya es historia, aunque la resolución 1973 no exija directamente su derrocamiento. El dictador y su régimen “han perdido completamente su legitimidad y serán responsables de sus actos”, resumió el ministro británico de Exteriores, William Hague.

En la misma línea se manifestó Jiménez: “Gadafi no puede formar parte del futuro de Libia. No puede ser parte de la solución”.

Doce días después del inicio de la guerra, la suerte de Gadafi abre varias opciones. Se ha iniciado una investigación contra él en el Tribunal Penal Internacional, pero empieza a extenderse la idea de que si su exilio sirve para poner fin al conflicto, EEUU y Europa no interpondrán su veto. “De todas las intervenciones (en la conferencia) se deduce que hay que buscar una salida para que Gadafi pueda abandonar el país, porque es la mejor manera de empezar un proceso de reconciliación nacional”, explicó la ministra española.

La conferencia sirvió además para que la oposición libia fuera reconocida de facto como el principal representante del pueblo libio. Es cierto que los representantes del Consejo Nacional Transitorio de Libia no participaron en la conferencia de forma oficial, pero recibieron un tratamiento especial. Sus dirigentes se reunieron en privado con Clinton, Hague, Alan Juppe y el primer ministro, David Cameron. No con Jiménez, que dijo de todas formas que España está en contacto directo y casi diario con sus representantes.

Posted by Iñigo at Marzo 29, 2011 10:46 PM

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Comments

La 1973 no enmienda la 1970, sino que la reafirma (solo hay que leerla). Dado que la resolución trata de proteger a los civiles y a areas civiles, el ataque de los rebeldes sobre áreas controladas por Gadafi es una violación de la resolución 1973 (nos guste o no). No hay manera en que la resolución 1973 que yo he leído permita lo que está haciendo la intervención internacional está haciendo en Libia.

No me cae bien Gadafi, y tengo a bien haber criticado a gadafi desde mucho antes de los que hoy ordenan bombardear Libia. Criticado nuestros tratos vergonzosos con él y la forma en la que la UE cambia derechos humanos de los refugiados y migrantes africanos que intentan llegar a Europa, por legitimidad (supongo que esa es la legitimidad perdida por Gadafi, pues desconozco que tenga otra). Pero sigo pensando que este no es el camino para solucionar los problemas. La resolución 1973 ha sido utilizada para mucho m{as de lo que autoriza. Y así no construiremos un mundo basado en el imperio de la ley, siendo la ley la única que a día de hoy permite garantizar los derechos humanos. Si vamos a derribar dictadores porque son dictadores, adelante, pero digámoslo claramente, y sin tapujos, y busquemos la legitimidad internacional para ello, y actuemos así con todos, o al menos con los peores.

En fin, un berrinche ante lo que para mi es un ataque al derecho internacional


Posted by: Daniel at Marzo 30, 2011 12:54 AM

No derribamos a dictadores porque son dictadores sino porque en este caso podemos hacerlo. Logísticamente es factible y dicho dictador ha demostrado enfrentarse a sangre y fuego contra su población. Con que jeta nos quedamos contemplándolo?

Posted by: vktr at Marzo 30, 2011 11:45 PM

Yo no pido que nos quedemos de brazos cruzados. No. Sí creo en la legalidad de una intervención amparada por la Resolución 1973, pero lo que se está haciendo y promoviendo excede de esa resolución. En lugar de actuar para proteger las zonas civiles, se actúa también para favorecer a uno de los contendientes. El problema es que eso termina por alimentar el conflicto, causar más muertes (no creo que las fuerzas rebeldes se enfrenten seriamente a las de Gadafi sin sufrir grandes bajas), y llevar el conflicto a nuevas zonas civiles (precisamente las zonas que la Resoución 1973 dice que hay que proteger usando todos los medios necesarios). Por eso creo que otra forma de actuar era y es posible, que facilite un alto el fuego, y permita buscar una solución pacífica. Tal vez sea muy difícil una solución pacífica, pero no creo que sea imposible. En Bosnia se negoció con criminales de guerra.

Ahora vemos como dicen que hay negociaciones para que Gadafi deje el poder, pero sólo después de que se haya llevado el conflicto a varias ciudades, con conquistas y reconquistas, y mucha gente haya muerto por el camino. Sigo pensando que una acción decidida demostrando a todo el mundo que mejor se está quieto, y ya ahí forzar la presión diplomática sobre Gadafi y sus hijos, dejándolos claro que esa situación va a ser insostenible y el tiempo juega en su contra.

Posted by: Daniel at Abril 1, 2011 02:04 AM