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Septiembre 09, 2011

Tony Blair y la pasión por la guerra

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Tony Blair no ha tenido suficiente con dos guerras y centenares de miles de muertos. No contempla esta década como una época en la que Occidente tuvo que hacer frente simplemente a una grave amenaza sino el inicio de una era interminable condicionada por la guerra y que nunca tendrá un horizonte definido. La 'guerra contra el terror' es el estado natural de las cosas.

En una entrevista en The Times y un artículo en el Daily Mirror, impone el cambio de régimen en Siria e Irán como las dos tareas pendientes. En el primer caso, parece posible como una evolución interna de los acontecimientos que se están produciendo en Siria. Al no ser posible en Irán, Blair no esconde que está pensando en medidas de fuerza.

La supuesta lucha entre libertad y tiranía, democracia y fanatismo, es simplemente una estratagema que oculta el verdadero mensaje de Blair. Al igual que en 1916, británicos y franceses impusieron las fronteras de Oriente Medio con el tratado Sykes-Picot, ahora quiere que Occidente revise las 'fronteras políticas' de la misma zona, eligiendo regímenes en función de sus intereses al precio que sea.

Las dictaduras deben ser derrocadas a menos que sean aliadas de Londres y Washington. En las entrevistas, Blair ya no responde a preguntas que no le interesan y por tanto aquí no rinde cuentas por ejemplo sobre las privilegiadas relaciones de su Gobierno con el régimen de Gadafi en los últimos años. Muchas de las armas que la brigada de Khamis Gadafi utilizó contra los rebeldes libios fueron vendidas por el Reino Unido en la época de Blair. Sobre eso y las invitaciones a Khamis y Saif al Islam Gadafi para que presenciaran maniobras de las Fuerzas Especiales británicas, Blair prefiere no hablar. No encaja bien en su discurso mesiánico que haya dictaduras con las que no sólo está dispuesto a convivir, sino incluso a hacer negocios.

Por lo demás, el prestigio de Blair está hundido en su país. Ayer en un debate televisado el neocon Richard Perle era el único que lo elogiaba ante el pasmo de la audiencia que dejó escapar un suspiro que manifestaba tanto horror como incredulidad.

La 'guerra contra el terror', basada en la idea absurda de que el terrorismo es una especie de virus como el de la viruela que se puede erradicar, es lo que come y respira Blair. Más que un recurso propagandístico, es su razón de ser, y por eso su mensaje es tan grato a oídos de gente como Perle. La obsesión de Blair por que haya otra guerra es casi enfermiza, un delirio colonialista del que la opinión pública occidental ha aprendido a huir después de esta década de sangre y fuego.

Será por eso que Blair es el enviado especial del Cuarteto para el proceso de paz de Oriente Medio. Sobre ese tema, ¿sería conveniente que Occidente tuviera una actitud tan agresiva e intervencionista como la que predica Blair para otras crisis? No, por favor, ahí Blair prefiere que vaya pasando el tiempo. De hecho, si no pasa nada, mucho mejor.

Posted by Iñigo at Septiembre 9, 2011 07:58 PM

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Comments

Para ayudar a entender a Tony Blair vienen muy bien The Special Relationship y The Ghostwriter. Say no more...

Posted by: Olivo at Septiembre 9, 2011 09:34 PM