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Septiembre 03, 2011

Wikileaks en Hanoi

wikileaks twitter.jpg

Julian Assange:

"The best way to describe WikiLeaks as an organisation is that we are like Hanoi in the Vietnam War. We have been bombed, some pieces of our infrastructure have been destroyed, and there has been a fog of war. But nonetheless the most important element of the war – our ongoing publication of the cables – has continued. Just like Hanoi did, we are becoming better at dealing efficiently with continued attacks and adversity while we scale up our infrastructure".

Resulta difícil montar una insurgencia cuando al mismo tiempo construyes una alianza con una parte del establishment (periodístico). Hay una cierta contradicción de la que es imposible escapar. Eso trajo a Wikileaks ventajas obvias en cuanto a la difusión de tu campaña, pero al final dejas que tu misión quede en manos de organizaciones que tienen sus propios intereses. No necesariamente vergonzantes, sólo distintos.

Tampoco ayuda mucho que el 'comandante' Assange no haya sabido crear una auténtica organización que pueda funcionar sin él y en la que se pueda discrepar. Por mucho Internet que pongas en la ecuación, el secretismo de la cultura hacker limita el alcance de tu campaña.

Hay muchos que ya dan por finiquitada a Wikileaks por su decisión de difundir todos los documentos del Cablegate. La mayoría de ellos no se fiaba mucho de entrada de este nuevo actor dispuesto a cambiar ciertas reglas del activismo, muy consolidadas por ejemplo entre las organizaciones de derechos humanos. Entre ellas, la de luchar contra el sistema, pero siempre dentro de él. Estar dentro para poder presionar sobre los que toman las decisiones y no quedarse en una protesta tan gratificante como testimonial.

Y están los de siempre. Los que se lanzaron contra Wikileaks sin tener nunca la misma contundencia para denunciar los crímenes y las mentiras que aparecían reflejados en los documentos difundidos. Los que nunca quieren que se conozcan son los que criminalizaron a Wikileaks desde el primer momento. Para ellos, el secreto de Estado es uno de los principios básicos de la democracia liberal. Los documentos les desnudaron y de ahí su rabia.

Wikileaks cambió el paradigma de esa lucha y lo hizo con una alianza con los medios de comunicación que ha saltado por los aires en una comedia de errores en la que el choque de egos entre Assange y algunos periodistas ha terminado con manchas en el vestuario de todos. En el caso de The Guardian, uno de los protagonistas del conflicto es David Leigh, que aún sigue firmando noticias sobre Wikileaks. Hay medios que nunca se aplican a sí mismos el concepto de conflicto de intereses que tantas veces demandan a instituciones y otras organizaciones.

Ahora Hanoi necesita crear algo que sustituya a ese funcionamiento. Assange dice que están aumentando su infraestructura. En los próximos meses, se verá si es así y si Wikileaks supera la posible extradición de su líder a Suecia. En el peor de los casos, han abierto un camino que es seguro que otros seguirán. De lo contrario, el Poder en sus distintas acepciones habrá sufrido sólo una derrota pasajera.


Posted by Iñigo at Septiembre 3, 2011 10:04 PM

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