Los números de la derrota de Trump y de su candidato en Alabama

20.715 votos de diferencia dieron la victoria en Alabama al demócrata Doug Jones y con ella el escaño en el Senado. Jones obtuvo el 49,9% y 671.151 votos. Roy Moore, el 48,4% y 650.436 votos. La ventaja de los republicanos en el Senado se reduce a 51-49. La inesperada victoria, sin duda favorecida por el escándalo del pasado sexual del exjuez Moore, concede algunas esperanzas más a los demócratas de poder recuperar la mayoría en esa Cámara en las elecciones de 2018. Alabama es un punto extra que estaba fuera de sus posibilidades hasta que The Washington Post informó que Moore se dedicaba con más de 30 años a visitar los centros comerciales a la búsqueda de adolescentes para ligárselas.

Jones es el primer demócrata que representará a Alabama en el Senado desde 1992.

El 48% de votos para Moore coincide con el nivel de apoyo a Donald Trump en Alabama (48%) desvelado por las ‘exit polls’ del martes. Ese es el segundo factor de la derrota de los republicanos. Trump no hizo campaña por el exjuez ultraconservador, pero sí le apoyó en público. Un 48% de apoyo es una cifra muy superior a la media nacional de la nota que los norteamericanos dan a Trump en todos los sondeos.

Por otro lado, un 48% es una cifra muy baja en favor de un presidente republicano en un lugar como Alabama. Trump ganó a Clinton allí por una diferencia superior a 27 puntos.

El rechazo a Trump tenía una «alta correlación» con el apoyo a un demócrata en las urnas. Un 93% de los que lo rechazan votaron a Jones. Esto es especialmente negativo para los republicanos con vistas a aquellos estados con índices de rechazo a Trump superiores a los de Alabama.

Unas elecciones de mitad de mandato o convocadas para un solo escaño como esta suelen tener una abstención muy alta en EEUU. Pero los datos de participación de la comunidad negra en Alabama sorprendieron por ser más altos de lo previsto, o de lo que temía la campaña de Doug Jones. En los condados con población mayoritariamente negra, estuvo entre el 72% y el 77% con respecto a las elecciones de 2016. Ese dato pasó a estar entre el 55% y el 60% en los condados habitados por blancos. Los condados con las mayores ciudades, como Birmingham (68% de votos a favor de Jones) y Montgomery (72%), con gran presencia afroamericana, disfrutaron de un alto nivel de participación.

Cuanto más joven era el votante, más posibilidades había de que votara al demócrata. Entre los que tienen entre 18 y 44 años, que son el 35% del electorado que votó, Doug Jones recibió el 61% (y Moore, el 38%). Entre los mayores de 45 años, el 54% votó al republicano y el 44% a Jones. Este grupo de edad era el 65% del total que votó.

A pesar de las revelaciones sobre el turbio pasado sexual de Moore, un 63% de las mujeres de raza blanca le votó. Es posible que sin esas noticias, el porcentaje habría sido mayor (pero el voto femenino total fue para Jones en un 57%).

Esta encuesta nacional ayuda a poner en contexto el dato anterior. «Si un candidato fuera acusado de acoso sexual, ¿pensaría en votarle si está de acuerdo con su programa?»: un 84% de los votantes demócratas dice que nunca. Esa respuesta baja al 34% en caso de los republicanos.

Sin duda la respuesta de la esposa de Moore fue una de las frases de la campaña: «Las ‘fake news’ le dirán que no nos importan los judíos. ¡Uno de nuestros abogados es judío!». Viniendo de los Moore, casi hay que alegrarse por que no dijera banquero o asesor financiero.

¿Qué impacto tendrían estos resultados en las elecciones de 2018 en Alabama para la Cámara de Representantes? Esa pregunta es fácil: ninguna.

De eso se ocupa el ‘gerrymandering’, el diseño de los distritos electorales que favorece a los partidos que controlan la Asamblea estatal. También hay que decir que la diferencia a favor de Jones fue muy pequeña, y que Moore ganó en esas circunscripciones homogéneas étnica y políticamente que los republicanos remodelaron a su medida.

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