Un triunfo rotundo de los yihadistas en Irak

mosul

La prisión. Comisarías de policía. Cuarteles militares. La sede del Gobierno provincial. Bancos. El aeropuerto. Los principales edificios oficiales de Mosul, la segunda ciudad de Irak, han caído el martes en manos de las milicias de Estado Islámico de Irak y el Levante (por Siria). Es el asalto más complejo de las milicias yihadistas contra el Gobierno iraquí. Comparado con esto, lo que ocurrió en Faluya y otras ciudades de la provincia suní de Anbar en enero parece un paseo por el campo. Era difícil superar ese nivel de incompetencia de las fuerzas militares iraquíes, y lo han conseguido pocas semanas después de las últimas elecciones iraquíes.

La mayoría de los militares ni siquiera han presentado batalla. Se han dado a la fuga, y hasta los niños han aprovechado para apedrearles.

Los que no han sido tan rápidos para escapar han sido eliminados.

Muchos de los combatientes proceden del otro lado de la frontera, pero eso ya es un concepto relativo. La frontera entre Irak y Siria no es ya ningún obstáculo para el ISIS (siglas en inglés del grupo), que se desplaza de un lado a otro con aparente impunidad.

mapa isis

Con este mapa de The Washington Post, se aprecia las ciudades en las que el ISIS cuenta con presencia, de ahí que se haya escrito varias veces que controla de una forma u otra amplias zonas de los dos países. Para el Gobierno de Damasco, eso está fuera de sus prioridades militares. Para el de Bagdad, es un ejemplo de su incapacidad para conjurar esta amenaza.

No por falta de ganas. Su draconiana legislación antiterrorista castiga con la máxima dureza cualquier indicio de simpatía con los insurgentes. En la práctica, sólo sirve para alimentar el apoyo popular a sus enemigos y desautorizar la legitimidad del Gobierno.

En las últimas semanas, el ISIS ha llevado a cabo ataques en otras zonas de Irak, incluidos unos en Samarra que para el Gobierno iraquí era especialmente simbólico. Allí está el santuario chií que los insurgentes destruyeron en 2006, lo que supuso el inicio de una guerra civil entre suníes y chiíes. Pero era sólo una maniobra de distracción. Su objetivo era Mosul, como se ha visto en los últimos días. Todo eso significa que cuenta con miles de combatientes, mejor armados o con mejor motivación que los soldados iraquíes.

No ha sido realmente un ataque sorpresa. Aquí podemos comprobar la lista de enfrentamientos recientes. El primer ataque sobre Mosul se inició el 6 de junio y los agresores sufrieron más bajas que el bando gubernamental. La ciudad parecía segura, pero al día siguiente se reanudaron los combates. Al Ejército le dio tiempo a enviar refuerzos y a utilizar artillería pesada. No sirvió de nada. Los policías de Mosul no parecían dispuestos a arriesgar su vida por un Gobierno que tarda meses en abonarles sus salarios.

En este vídeo, se ve un convoy del Ejército en llamas al sur de Mosul.

Según la ONU, centenares de miles de civiles han huido de la zona de Mosul, la mayoría hacia el norte, como demuestran las imágenes. Muchos han tenido que atravesar un río con destino al Kurdistán.

Tras la caída de Mosul, el presidente del Parlamento ha anunciado que los insurgentes controlan toda la población de Nínive. Según otras informaciones, ha habido combates cerca de la ciudad de Kirkuk, y cerca de Tikrit (la localidad natal de Sadam Hussein).

Mosul fue una de las últimas misiones de los militares norteamericanos en Irak. Siempre ha sido el centro de una zona convulsa de enfrentamientos armados. Se vendió como uno de los éxitos del final de la ocupación. Las fuerzas iraquíes fueron entrenadas y pertrechadas por EEUU. Ahora una buena parte de esas armas y vehículos están en manos del ISIS. Otro giro irónico de la política norteamericana en Oriente Medio.

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