El laberinto griego se queda sin salidas

Más difícil todavía en Grecia. Ahora sin manos. Ni 153 ni 151. Nueva Democracia y el Pasok se quedaron con 149 escaños y sin mayoría absoluta. Hoy mismo el líder de ND, Antonis Samaras, ha comenzado la ronda de contactos. Tiene que darse prisa. Sólo dispone de tres días para encontrar la fórmula imposible. Cómo será la cosa que en su partido ya han dicho que no creen que necesite tanto tiempo (para rendirse a la evidencia).

El líder de Syrizas (50 escaños) le ha dicho que no hay pacto posible. El de Izquierda Democrática (una víctima propiciatoria con sus 19 escaños), lo mismo. Samaras ha hablado por teléfono con el principal dirigente del KKE (26). Han convenido que ni siquiera era necesario que se reunieran. El líder de Griegos Independientes (33) –escisión de ND– ha hecho saber que no tiene la menor intención de verse con Samaras. De los ‘nazis dorados’ ya ni hablamos.

El socialista Venizelos es un perro viejo. Samaras ha recibido al responsable del Pasok para escuchar sus ideas sobre esta crisis imposible de resolver. El ex ministro de Hacienda tenía algo más que unas ideas. Ha aparecido con un plan de cinco puntos que en principio no sirve de mucho (¿cómo montar un Gobierno de unidad nacional del que nadie quiere formar parte?), pero que contiene una trampa explosiva contra Samaras.

Venizelos propone que el Gobierno de coalición sea presidido por una figura «aceptada por todos» que esté dispuesta a renegociar las condiciones impuestas por la UE. No cree imprescindible que haya ministros del Pasok en el Gabinete (tanta es su generosidad), con lo que viene a decir a Samaras que no debería plantear como condición irrenunciable su presencia al frente del Gobierno.

Da la impresión de que al Pasok le vendría muy bien otro Gobierno presidido por un tecnócrata que le permitiera ganar tiempo e ir curando sus heridas. Y desde luego un Gobierno en el que pringaran los dos partidos a su izquierda, Syriza e Izquierda Democrática, que aspiran a devorar la base electoral del Pasok hasta dejarla en los huesos.

No sabe nada Venizelos.

No resulta extraño que esos dos partidos no tengan ninguna intención de seguir la pista de Venizelos. Les irá mejor en las próximas elecciones si se mantienen a distancia del Gobierno y del Pasok, elecciones que bien podrían celebrarse en junio. ¿Junio? Sí, cuando vuelve a acabarse el dinero a menos que la UE y el FMI envíen el siguiente tramo de ayuda pactado. Dinero que estas instituciones no soltaran si el nuevo Gobierno no aprueba nuevas medidas de austeridad. Medidas que deberían parecer ahora mismo imposibles incluso en la mente de un eurócrata germánico. Los dos partidos que podrían, con mucho sufrimiento, estar dispuestos a aprobarlas no tienen mayoría en la Cámara.

Hay algo peor. Sólo han recibido los votos del 32% de los griegos que se acercaron a las urnas.

La Bolsa de Atenas ha cerrado hoy con una caída del 6,67%. Espectacular, pero lo de los principales bancos ha sido aún peor. Han sufrido descensos superiores al 19%. Una salida del euro tendrá muchas consecuencias dramáticas. Hay una que está garantizada: el sistema financiero se volatilizará. Los inversores han empezado a tenerlo en cuenta.

21.00

Samaras no necesitaba tres días para saber que no puede formar Gobierno. Hoy mismo ha renunciado. A partir de mañana, el encargo pasa a manos del líder del segundo partido más votado, Syriza. Y estaremos en las mismas. Syriza+Pasok+Izquierda Democrática: 110 escaños. Si, en un alarde de optimismo, sumamos los 33 de los conservadores de Griegos Independientes, llegan a 143 escaños.