Por qué no es posible destruir a ISIS desde el aire

Esta infografía de BBC en noviembre revela la frecuencia de los ataques norteamericanos contra objetivos de ISIS en Siria e Irak. La cifra no es pequeña. En total, son más de 8.000 ataques aéreos desde el inicio de las operaciones, de los que cerca de 3.000 fueron en Siria y el resto en Irak. La media de ataques diarios es de dos a lo largo de 450 días hasta ese momento.

Después pasa a hacer una comparación con los bombardeos a Serbia en 1999 (cinco ataques cada hora). La diferencia es clara, y aún mayor con la invasión de Irak en 2003 (40 cada hora a lo largo de varias semanas). Por último, la comparación llega al extremo, con la Segunda Guerra Mundial y sus 70 ataques aéreos diarios en cuatro años, bien es cierto que en una extensión de terreno muchísimo mayor.

La traducción gráfica es espectacular, pero puede llevar a conclusiones erróneas, sobre todo si la comparamos con la retórica de los políticos. Hemos escuchado a políticos y generales franceses decir en los términos más enfáticos que su país está en guerra, empezando por su presidente y su primer ministro. Sobre el terreno, eso se ha convertido en una serie de ataques aéreos de impacto casi irrelevante.

Lo que cuenta BBC es cierto, pero la intención, si existe, es muy discutible. No todo el periodismo de datos cuenta la verdad, aunque se base en cifras reales. No está claro qué conclusiones se puede sacar de ese gráfico.

La Fuerza Aérea es efectiva cuando lanza todo su poder destructivo contra un Estado gracias a la abundancia de objetivos que ofrece. Estos no son sólo militares (ejércitos y fábricas de armamento). La infraestructura civil (plantas de agua, centrales eléctricas, carreteras, puentes…) es otro objetivo que resulta legítimo para el atacante porque contribuye al esfuerzo de guerra del enemigo. Y esas cifras inmensas que aparecen en el gráfico sobre la Segunda Guerra Mundial incluyen ataques masivos indiscriminados contra objetivos tan civiles como barrios enteros de viviendas. Es lo que hicieron los alemanes contra Londres, Coventry y Hull, y los británicos contra Berlín, Dresde y Hamburgo. En la guerra total, los crímenes de guerra fueron en el siglo XX una parte indispensable del esfuerzo bélico.

Cualquier historiador dirá, por otro lado, que los alemanes no se rindieron por el hecho de que los aviones norteamericanos y británicos arrasaran sus principales ciudades.

ISIS controla grandes zonas del norte de Siria e Irak. Para ellos, la frontera ha desaparecido. Se hacen llamar Estado Islámico. No son un Estado, pero cuentan con muchas de las ventajas de ser en la práctica un Estado para las personas que viven en esas zonas. Ventajas económicas, fundamentalmente.

Mucho se ha hablado de los ingresos que obtienen gracias a la extracción de petróleo, que a través de las rutas habitualmente irregulares del contrabando llega hasta Turquía o el territorio controlado por el propio Gobierno de Asad. Pero la fuente regular de ingresos más fiable son los impuestos sobre la actividad económica de las provincias sirias e iraquíes ocupadas por ISIS. Y ahí nada aporta más ingresos que la ciudad iraquí de Mosul, donde viven en torno a un millón de personas (aquí una descripción completa de todas sus vías de financiación).

Atacar las instalaciones petrolíferas, refinerías o líneas de suministro obviamente debilita a ISIS, y ya hay informaciones que indican que el grupo ha tenido que recortar los salarios de sus combatientes. Pero no acaba con el control que los yihadistas tienen de la vida de las personas sometidas a su gobierno.

Los bombardeos no pueden arrasar esas ciudades, no si el objetivo político de los ataques es liberar a la población civil del yugo de ISIS. Sí pueden impedir la expansión de su territorio porque una fuerza combatiente es vulnerable si está en movimiento.

Mucho más importante que esos bombardeos son las últimas noticias sobre el intento del Ejército iraquí de expulsar a ISIS de la ciudad de Ramadi, de cerca de medio millón de habitantes, que, según Bagdad, está a unas pocas semanas de conseguir su objetivo. Sobre recuperar Mosul, y eso sí que sería un desastre para ISIS, de momento no hay noticias.

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