Cameron y los calzoncillos de John Major

Fue Steve Bell, en The Guardian, el que le puso a John Major los calzoncillos sobre los pantalones en una imagen que terminó por definir al entonces primer ministro británico. Una forma de representarlo como un «Superman de pega». Eran los tiempos en que los tories se devoraban a sí mismos a causa de Europa. El ala euroescéptica terminó por considerar a Major un traidor y se dedicó a tiempo completo a conspirar contra su líder desde el grupo parlamentario e incluso desde el propio Gobierno. De ahí que Major llegara a denominar «bastards» a tres miembros de su Gabinete.

Ese cisma llevó al resultado obvio: una estruendosa derrota en las urnas y una larga estancia en la oposición.

Ahora la viñeta del Telegraph recupera la idea de Bell aplicada a Cameron (también incluye el «bastards»). El líder tory pensaba que con la promesa de un referéndum sobre la UE en la próxima legislatura iba a calmar a las fieras. Parecía que tenía razón, pero esa gente es insaciable. Quieren el referéndum, ya. Da igual que los conservadores no tengan mayoría en el Parlamento. Los más radicales entre los euroescépticos tories (aunque en realidad ya todos los tories son euroescépticos) viven en una dimensión paralela en la que el Reino Unido puede gozar de todas las ventajas de estar dentro de la UE sin ser miembro de la UE, sólo porque el país ya forma parte de la Organización Mundial de Comercio.

Geoffrey Howe, ministro de Hacienda y viceprimer ministro con Thatcher, avisa que Cameron corre el peligro de perder el control del partido y le acusa de haber abierto una «caja de Pandora» con la promesa del referéndum. Howe sabe bien de lo que habla.

Nowadays, with the possible exception of Germany, a country such as Britain, boasting about 1% of the world’s population and 3% of the world’s GDP, is unlikely to be able to hold anything like the position of power to which we continue to aspire, unless this is firmly anchored in a strong alliances and, ideally, a credible regional framework. With the decline of Nato, the only such framework available, unless we seek to join the United States, is basically the European Union.

Hubo un tiempo en que el ala derecha de los tories estaba formada básicamente por lúnaticos nostálgicos de los tiempos del imperio. Precisamente, uno de los grandes éxitos de Thatcher fue cohesionar a ese grupo en los asuntos de política económica y atraer a casi todo el partido a esa posición. Es cierto que durante la guerra de las Malvinas se recuperó del ático polvoriento parte de esa retórica imperialista (o quizá sólo un chovinismo británico), pero la clave pasó a ser dominar mercados, no territorios, y para eso formar parte de la UE ha sido indudablemente positivo para el país (e indirectamente para EEUU).

Un dirigente del partido ha dicho off the record (o en una conversación privada) que el problema no es tanto de los diputados, como de las bases del partido, formadas por un puñado de locos desquiciados. Mal momento para estos ataques de sinceridad, que por otra parte confirman las sospechas de que Cameron y sus más cercanos asesores forman una élite selecta sin convicciones alejada de los intereses del núcleo del partido.

Mantener tranquilos a esa cuadrilla de ‘backbenchers’ iletrados en economía dentro del partido exige un líder fuerte, y Cameron no lo es. El sector paleoconservador tiene aún más motivos para estar enfurecido por el apoyo de Cameron al matrimonio gay, como se podrá apreciar el lunes 20 cuando la medida llegue al Parlamento. Si el número de diputados del partido que vota en contra se acerca a 200, será un desastre para el jefe de Gobierno. Si se queda en unos 100, podrá frenar la embestida durante algún tiempo.

Mientras tanto, los euroescépticos de UKIP (esos sí que están como cabras) ya están en el 20% en un sondeo. Los tories son aún más tories cuando entran en estado de pánico.

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4 respuestas a Cameron y los calzoncillos de John Major

  1. Gabriel dijo:

    La situación británica está peliaguda. Yo me voy a vivir al Reino Unido dentro de unos meses, y veo con preocupación esa tendencia ascendente de la derecha xenófoba y antieuropea.

    Además, hay algo que no entiendo. ¿Qué cojones proponen los antieuropeos como alternativa a la pertenencia a la UE? ¿Reconquistar el Imperio Británico? ¿Resucitar a la reina Victoria? Quiero decir, sé que viven en una especie de dimensión paralela muy lejana a la nuestra, pero ¿realmente están planteando alguna opción?

  2. PRESIDENT MAO dijo:

    Lo mejor que puede hacer Gran Bretaña es salirse de la UE cuanto antes. Esto se va a pique, señores, y si Rajoy no fuera tan gilipollas haría lo mismo, antes de que la Merkel nos imponga un corralito.

  3. Dr. Pointer dijo:

    El problema no es que la UE se vaya a pique, no se va a ir a pique en absoluto, va a salir adelante. El problema es que no está escrito en ninguna parte cómo va a ser esa UE que salga adelante, y por ahora la UE democrática y federal tiene pocas (por no decir que no se ve ninguna de momento), y la UE autoritaria y profundamente injusta y desigual es lo que se está construyendo en la práctica. Si encima un estado democrático de los de toda la vida causa defección, alegría que se llevan los de la otra orilla. Bye, bye.

    Respecto a Hispanistán, es tan absolutamente irrelevante que yo creo que hasta les suda la polla que se vaya o que se quede. Si quiere ser África, no hay el menor problema. Ya lo es desde los Reyes Catódicos y Su Puta Madre.

    Respecto al UKIP, y la bronca que le montaron al Farage el otro día en Escocia, habrá que ir siguiendo de cerca el escenario desintegración de los estados tradicionales. Porque a nadie se le escapa que la salida de Catalunya de Hispanistán vuelve inviable el chiringo (es una ventanilla de la AEAT a la que no pueden renunciar sin echar la persiana). De hecho, si no estuviésemos en la UE, esto ya era Yugoslavia.

  4. Atlas dijo:

    Ay, qué risa, llevo un mes en Gran Bretaña y los políticos ya hablan de echarme. X’D. Me río por no llorar.

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