Dos años después de la matanza de Rabá

The Rabaa Massacre & Aftermath

Dos años después de la matanza de Rabá (fotos de Mosa’ab Elshamy), ningún soldado o militar egipcios han sido procesados por el asesinato de más de 800 manifestantes convocados por los Hermanos Musulmanes contra el golpe militar que acabó con el Gobierno del Presidente Morsi. Los autores de la represión nunca fueron llevados a los tribunales porque cumplían órdenes de los militares, que habían decidido acabar por la fuerza con las movilizaciones contra el golpe.

Este mes, la Fiscalía anunció que llevará a juicio al líder de los Hermanos, Mohamed Badie, y a otros dirigentes de los que no dio los nombres por los delitos de organizar un campamento de protesta en Rabá, posesión ilegal de armas, asesinato de civiles y policías, entre otros.

Badie y otros 13 dirigentes ya fueron condenados a muerte por organizar la campaña de protestas contra el Gobierno militar de la que formaba parte la movilización de Rabá.

Pocos meses después, EEUU suspendió la entrega de armamento acordada con el Ejército egipcio. En agosto de 2014, envió diez helicópteros Apache a El Cairo poniendo fin en la práctica a esas sanciones. En marzo de este año, Obama llamó al presidente Sisi para anunciarle que todas las demás restricciones quedaban levantadas y que continuaría el programa de ayuda militar con la venta de cazas F-16, misiles Harpoon y tanques Abrams M1A1. La ayuda militar anual por valor de 1.300 millones de dólares continuaría en sucesivos ejercicios presupuestarios. El Gobierno israelí presionó a Washington para que los militares egipcios no fueran castigados por las evidentes violaciones de los derechos humanos, reconocidas por el Departamento de Estado norteamericano.

En abril Sisi fue recibido en España en una visita oficial en la que las autoridades españolas destacaron las excelentes relaciones bilaterales, los intercambios comerciales y la colaboración de ambos gobiernos en la lucha contra el terrorismo. El rey y Rajoy organizaron una comida en el Palacio Real en homenaje a Sisi. En su discurso, el presidente egipcio dijo que «el mundo necesita más que nunca la alianza de los pueblos y civilizaciones frente al extremismo, la exclusión y el odio».

El menú del almuerzo de gala fue judías del Ganxet con gamba blanca, tomates deshidratados con zanahoria y guisantes, paletilla de cordero con verduras, avellanas y aceitunas negras y, de postre, crema de café con mousse de chocolate.

Nadie pidió cuentas a Sisi por los crímenes de Rabá.

Esta entrada ha sido publicada en Egipto y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.