Vender periódicos

Una catástrofe, un accidente o una guerra son acontecimientos que ponen a prueba tanto la capacidad de trabajo de una redacción como la paciencia de sus lectores o espectadores. Estos últimos siempre quieren la mayor información posible, pero también con el máximo rigor. Ambos requisitos no deberían ser contradictorios pero en el mundo real la gente comete errores. No todos son  iguales, evidentemente.

Los riesgos se multiplican en las primeras horas posteriores a la noticia. En la noche del accidente de tren en Santiago, muchas personas echaban de menos en Twitter a CNN+, sentimiento acentuado por la escandalosa inactividad del Canal 24 Horas de TVE.

En el primer caso, no pude por menos que recordar lo que CNN+ hizo inmediatamente después del accidente del avión de Spanair. Seamos caritativos y digamos que esa redacción tuvo momentos mucho mejores y muy pocos que fueran peores. Su presentador sufrió en esos momentos una insoportable soledad, casi abandonado a su suerte ante la cámara. La realidad es que tú puedes decidir que vas a hacer una cobertura permanente de esa noticia, pero si no tienes los medios necesarios ni estás preparado para esta contingencia, terminas colocando a tus periodistas ante una situación imposible: aguantar la emisión en directo sin información es una misión condenada al desastre.

Poco después de una tragedia como la de Spanair o el Alvia, no es raro que las autoridades no sepan exactamente qué ha ocurrido, y mucho menos por qué. Los periodistas, aún menos.

La radio lo tiene técnicamente más fácil (por eso un consejo que funciona en televisión ante una cobertura en directo es que si no puedes hacer televisión, haz radio), pero también cuenta con reporteros habituados a esas situaciones y con un valor encomiable para coger el micro y lanzarse a contar la historia. Es cierto que a veces el valor te lleva a meterte en jardines que al poco se tornan en selvas impenetrables. No hay medio de comunicación que no cuente con un talón de Aquiles que se manifiesta precisamente en los momentos más delicados.

Este domingo hemos podido apreciar en varios periódicos un esfuerzo extraordinario y de calidad por contar muchas de las historias que están detrás de la tragedia de Santiago. Es un trabajo que sólo puede hacer a ese nivel de profundidad la prensa. En estos casos, se cumple además la máxima de que cada día que pasa, la información de un hecho como este mejora (con las excepciones ya conocidas).

Si hay un argumento especialmente idiota a la hora de valorar el trabajo de la prensa, es ese que dice que, al elegir fotos, titulares y artículos, lo único que se pretende es vender más periódicos. Si hay un medio en que la inmensa mayoría de su personal desconoce el impacto directo en ventas de sus decisiones es la prensa. No ocurre así en televisión e Internet.

No he oído nunca a nadie elegir una foto y comentar que se iban a vender más ejemplares en el quiosco gracias a esa imagen. Hubiera sido un comentario estúpido. Todo el mundo parte de la idea de que tras una tragedia con muchos muertos es muy probable que se vendan más periódicos, incluso con independencia de la calidad de la información.

La gente ha desarrollado un sensibilidad especial en relación a la elección de las imágenes, especialmente si van en portada del periódico. Quizá siempre la ha tenido, pero sus quejas raramente llegaban a oídos de los periodistas. Ahora con Internet y las redes sociales está claro que el mensaje llega. Creo que La Voz de Galicia se equivocó al dar en portada una imagen tan gráfica de los heridos. Ningún lector se puede escapar de la primera página, y esa imagen es una bofetada que quizá muchos de sus lectores no podían soportar. Otras fotos podrían haber cumplido esa función sin llegar tan lejos.

No estoy de acuerdo con los que dicen que debería estar prohibido dar imágenes de heridos o de sus familiares. La labor del periodista es registrar lo que ocurre en la calle y no se puede reflejar el dramatismo de una noticia como esta sin imágenes y contenidos terribles. Ocurre lo mismo con la cobertura de las guerras.

Apelar a la crítica al morbo es completamente inútil. Al igual que con el concepto de mal gusto, el morbo significa cosas distintas para personas diferentes. Con esa palabra sucede lo mismo que con esa famosa frase de un juez norteamericano sobre la pornografía que se cita tanto: no sabría definirla pero cuando la encuentro la reconozco de inmediato. Al final, es una opinión subjetiva que no sirve de nada a un periodista. No hay ningún termómetro de morbo que te permita saber hasta dónde puedes llegar.

El kilometraje es fundamental. Si la catástrofe ocurre en tu ciudad o tu país, debes controlarte más que si ha sucedido en un país lejano. No puedes aplicar el mismo baremo.

Por definición, un periódico sensacionalista no tiene más límites que el Código Penal, y a veces ni eso. Los periódicos que no lo son deben tener además otros criterios propios e intentar aplicarlos.

La clave siempre es saber si un artículo o una imagen aportan información relevante. Si los medios de comunicación pretendieran rebajar el dramatismo de una desgracia eliminando todas las imágenes de heridos, estarían mintiendo, e incluso se podría sospechar que lo hacen para favorecer a alguien (habitualmente, las autoridades). No hay dos fotos iguales y en muchas ocasiones hay posibilidades de elegir entre una imagen y otra, con lo que el dilema no es tan complicado.

Por dar un ejemplo, hace un par de días, preferí no dar una foto similar a esta (el rostro ensangrentado del conductor del tren) porque el corte era un primer plano. No hubiera tenido ningún problema en dar esta, porque el plano está más abierto y desde luego aporta información. Es importante saber que el conductor también resultó herido.

Son todas decisiones discutibles en la que es cierto que, ante la duda, es mejor quedarse corto que pasarse. En cualquier caso, quien no quiera ver imágenes dramáticas de un hecho dramático no debería comprar un periódico. No están hechos para la gente que quiere que le protejan de la realidad.

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30 respuestas a Vender periódicos

  1. DiTomasso dijo:

    «No están hechos para la gente que quiere que le protejan de la realidad.»

    Ya… y luego tanto criticar al ABC, Marhuenda y sus acólitos por inventarse la realidad para unos lectores que lo único que quieren es vivir en su mundo.

  2. Luis J. dijo:

    Pues yo creo que el primer día se columpiaron pero bien todos los medios mayoritarios de este país. Sin paliativos. Que ahora lo arreglen si quieren (o si pueden), por mi parte no va a disminuir la sensación de asco que me transmitieron. Y no estoy hablando de sangre precisamente (en eso estoy de acuerdo con el autor), sino de la calidad de información. Dices que es mejor quedarse corto en cuanto a nivel de morbo: mucho más corto te tienes que quedar si no tienes nada de que informar, porque querer hacerlo (hacer que lo haces, mejor dicho) sin tener nada es directamente desinformar. A las pruebas me remito con lo de facebook, en lo que cayeron todos. Desinformar, por definición, es lo menos profesional que puede hacer quien se dedica, precisamente, a transmitir información. Y deja, y ha ocurrido en este triste suceso, en muy mal sitio a esa mayoría de medios de este país. Lo siento.

  3. Harry Heller dijo:

    Soy lector de periódicos de papel desde los 18 años. Tengo 51. El País, El Periódico, Público… Lector diario. Evidentemente, no rehuyo la realidad. Nunca lo he hecho. Entre otras cosas, porque, en gran medida, no está en los periódicos, sino en una cotidianidad que no merece atención periodística.
    Dicho lo cual, te diré que elijo el periódico que compro cada mañana por su portada. No soporto la morbosidad y la truculencia. Y mucho menos vendida como información. Me parece una falta de respeto supino publicar fotografías del sufrimiento de familiares de víctimas de un accidente (podría tenir cierto sentido de denuncia publicar las de familiares de otro tipo de víctimas de verdugos más evidentes que el azar) y de las propias víctimas de éste.

  4. Manuel dijo:

    Fui asiduo lector de periódicos desde los 16 años. Ahora tengo 26. Empecé con EL PAÍS y nunca llegué a comprender por qué le costaba tanto esfuerzo informar desde una óptica real de izquierdas. En cuanto apareció Público, empecé a comprarlo a diario y así estuve hasta el día de su triste desaparición, la cual me dejó perdido y huérfano. Desde entonces deambulo cada maañana por los quioscos deseando que EL PAÍS gire a la izquierda o que EL MUNDO no nos esté engañando con su estrategia anti-PP a todos loa que somos de izquierda. Pero, ni aún así, me atrevo a comprarlo por miedo a la decepción. Me encuentro refugiado, por tanto, en las redes entre eldiario.es, público.es y rebelión.org, dado que El Periódico parece no tener interés en vender en Andalucía, mi tierra. ¿Cómo es posible que en el único territorio que no resistió al PP no sé vendan diarios de izquierdas? Creo que muchos gestores y financiadores de loa diarios están haciendo un gran esfuerzo para que la población española de izquierdas abandone definitivamente, muy a su pesar, el consumo de prensa escrita.

  5. mikel dijo:

    Por lo que sea (Aunque, habrá quien lo sepa de primera mano), casi todos los perros, hoy, tienen su dueño. Y las verdades periodística y política se tejen en la misma hilandería.

  6. Gato tambor dijo:

    La Marea: Errores y mentiras en los medios sobre el accidente de tren en Santiago.

    http://www.lamarea.com/2013/07/28/errores-y-mentiras-en-los-medios-sobre-el-accidente-de-tren-en-santiago/

  7. Marta I. Moreno Pizarro dijo:

    «No estoy de acuerdo con los que dicen que debería estar prohibido dar imágenes de heridos o de sus familiares. La labor del periodista es registrar lo que ocurre en la calle y no se puede reflejar el dramatismo de una noticia como esta sin imágenes y contenidos terribles. Ocurre lo mismo con la cobertura de las guerras. (…) La clave siempre es saber si un artículo o una imagen aportan información relevante. Si los medios de comunicación pretendieran rebajar el dramatismo de una desgracia eliminando todas las imágenes de heridos, estarían mintiendo, e incluso se podría sospechar que lo hacen para favorecer a alguien (habitualmente, las autoridades).»

    Gracias por el artículo, Íñigo, con el que, creo que por primera vez desde que te leo en ElDiario.es, siento discrepar profundamente. Por supuesto que se puede reflejar el dramatismo sin esas imágenes. Faltaría más. ¿Hace falta dar las imágenes de una operación a corazón abierto para explicarla al gran público, o de las heridas o amputaciones en un atentado terrorista para entenderlo, o de una agresión para comprender su brutalidad? ¿Qué personas son tan insensibles como para *necesitar* esas imágenes para captar el dramatismo de una situación dramática? Evitar poner esas imágenes no responde a tratar de rebajar el dramatismo de una situación dramática, sino a tratar de respetar la intimidad de las víctimas y de sus allegados, lo cual incluye sus muestras de dolor y sus cuerpos heridos. Los seres humanos, al menos en nuestra cultura, nos ponemos gafas de sol para ocultar por pudor nuestros ojos hinchados de llorar y nos tapamos la cara para no mostrar la mueca de nuestro corazón roto. Nos tapamos las cicatrices, el hueco de un ojo que hemos perdido, la pierna ortopédica que no tenemos más remedio que llevar, nos ponemos prótesis para alejar la imagen de una mama amputada… La propia imagen es importantísima para preservar nuestra dignidad social y sólo deberíamos enseñar gráficamente la dramática verdad de nuestra situación si nosotros lo decidimos y por las razones que consideremos convenientes (y desde luego, toda mi admiración para quien la enseña públicamente con la intención de sensibilizar sobre una situación que aún no ha llegado a nuestras conciencias). ¿Es que hace falta sensibilizar a alguien en este país sobre lo que supone un accidente de ese calibre? Personalmente no necesito que me muestren esas imágenes en la prensa bajo un titular que dice «al menos 79 muertos y más de 100 heridos»; no siento que nadie me mienta si no me enseña la foto de los muertos, de los heridos, o de los familiares y amigos destrozados por la tragedia; y sé calibrar perfectamente la magnitud dramática de una situación sin que me enseñen imágenes explícitas de heridas o de manifestaciones de dolor o me cuenten cómo se ha truncado la vida de algunas de esas personas en una suerte de zoom periodístico que no me aporta, informativamente hablando, nada. Sé lo que es una vida normal, sé que cada persona tiene una familia y un entorno de amigos, sé que viajan por diferentes motivos, sé lo que sucede cuando alguien pierde la vida, no necesito que me cuenten y expliquen los detalles que concretan esa idea general que ya tengo por pura analogía con mi propia vida. Y desde luego me duele enormemente que esas personas, que lo están pasando tan mal, y cuyas caras no he podido evitar ver para informarme por muy escrupulosamente que lo haya intentado, no puedan tener siquiera el derecho a decidir si preservan o no el resguardo de su intimidad y la dignidad de su imagen. El carácter dramático de una situación no es contenido informativo que haya que trasladarse; ya lo trasladan los hechos mismos cuando son dramáticos, y es de estos hechos de lo que hay que informar, estos son el verdadero contenido de la información y por lo tanto nada se pierde si no se añaden *esas* fotos.

  8. polonius dijo:

    Completamente de acuerdo con el comentario de Marta I. Moreno Pizarro. Un titular con el número de fallecidos y heridos y una imagen del tren destrozado son más que suficientes para mostrar la magnitud e importancia de este accidente. El resto son aderezos sensacionalistas que sólo alimentan el deseo truculento de algunos curiosos, sin añadir nada de interesante a lo sucedido.

  9. -- dijo:

    Marta y polonius, yo discrepo con que la gente no necesite ver ciertas imágenes para comprender una tragedia. La historia reciente nos dice que hasta que no empezaron las campañas brutales de tráfico no empezaron a descender notablemente los accidentes ( en conjunto con otras muchas medidas, claro está).

    Ver ciertas imágenes nos ayuda a dimensionar situaciones que por desgracia, existen y van a seguir existiendo. Estoy de acuerdo con que no es necesario mostrar según que imágenes, no es necesario mostrar las caras de las víctimas ni según que heridas, pero creo que sí es relevante saber qué son 80 cadáveres juntos, que desde luego, no es lo mismo que pensar en 80 cadáveres.

    Mostrar según que imágenes en mi opinión ayuda a evitar la insensibilización. Me parece arrogante tachar de insensibles a los que «necesitan» esas imágenes así como creer que no las necesitas porque comprendes y magnificas adecuadamente. Eso es simplemente falso . De hecho estamos viendo como la sociedad cada vez es más inmune a las noticias terribles ya que la mayoría se acaban convirtiendo en números o en el mejor de los casos una imagen de un trozo de chatarra humeante. 40 muertos aquí, 200 en este avión, 60 en un atentado en un mercado…. cada vez nos dicen menos porque escudándonos en la dignidad nos estamos empeñando en no saber, en no querer ver. Parafraseando a Arturo Perez Reverte, estamos convirtiendonos en una sociedad que se está olvidando (en incluso indignando cuando sucede) de que los aviones se caen, los terremotos destruyen ciudades y los leones se comen a las personas.

    Personalmente, y como yo muchas personas que conozco, creíamos que sabíamos perfectamente lo que era un accidente de tráfico hasta que un día nos tocó de cerca y por desgracia vimos lo que es la muerte y el sufrimiento. Seguramente no seamos personas tan íntegras y desarrolladas como tú, pero desde ese día, el comportamiento al volante de muchos de mi entorno cambió (para bien).

    Sin embargo, estoy totalmente de acuerdo en que las historias personales con las fotos y los reportajes del estilo de Carlitos y dinosaurio amarillo no aportan nada.

    Un saludo,

  10. David Peñasco Maldonado dijo:

    El maquinista ya ha declarado que cometió una imprudencia al tomar la curva a excesiva velocidad. Pero claro, no es el momento de buscar culpables, ¿verdad?

  11. kio dijo:

    Completamente de acuerdo con Marta I. Moreno Pizarro.

    Por otro lado, el amarillismo, al menos en algunos medios de la prensa, existe. No me creo que la elección de fotos en este tipo de prensa no se haga con criterios de máximo impacto y, por tanto, de reclamo para vender más periódicos. No creo, por tanto, que sea «un argumento especialmente idiota» como dices.

  12. Tracio dijo:

    Completamente en desacuerdo con Marta I. Moreno Pizarro, pero completamente.
    Confunde lo que usted necesita o deja de necesitar con lo que tienen que hacer o dejar de hacer los profesionales. Es más, propone la peor ofensa que se puede hacer a una víctima y a su dignidad, ocultarla, lo que impide en consecuencia que se haga justicia. Nunca se hizo tanto daño a ETA como cuando de publicaron fotos explícitas como las del atentado de Irene Villa. Pocas cosas hicieron tanto por parar la guerra de Vietnam como la foto explícita del tiro en la cabeza, la niña abrasada por el napalm y muchas otras. Las fotos explícitas del Holocausto son claves para evitar que vuelva a ocurrir. ¿Acaso consideras, Marta, que Villa, las víctimas de la guerra o del Holocausto no tienen dignidad por esas fotos? No es la herida lo que daña el honor, es el olvido.
    En el caso de accidente de Santiago, hoy mismo el presidente de Adif reconoce que no habría ocurrido con otro sistema de seguridad y de plantean cambios en la estructura. ¿Crees que habría ocurrido poniendo dos cifras y una chatarra? Ni de broma, fotos como la de primera de La Voz de Galicia -criticada pero necesaria, repito necesaria- han ayudado a crear un clima de movilización social que ha provocado a su vez está reacción. Esas fotos son como los grabados «los desastres de la guerra de Goya», una denuncia contra una conducta injusta que se salda con una carnicería. Si vuestra actitud de hubiese aplicado en el pasado en el cuadro de los fusilamientos del 3 de mayo los muertos aparecerían tapados con sábanas, y hoy seríamos un pueblo un poco más bárbaro (que ya es decir). La censura y ocultar a las víctimas no es la solución, y si las fotos os amargan el desayuno, superadlo.

  13. Harry Heller dijo:

    ¡Hostia, Tracio! ¡Que se trata de víctimas de un accidente, no de víctimas de una represión que denunciar! ¡No jodamos! ¡Que no es censura, coño! ¡Es dignidad y respeto! ¡Confude el culo con las temporas!

  14. Tracio dijo:

    El que confunde es usted, «se trata de dignidad y respeto» dice; pues insisto, ¿pierden la dignidad los accidentados heridos por el hecho de ser accidentados heridos?
    Y me temo qu hay más parecidos con los desastres de los que usted quiere ver. En un caso la acción del Estado es activa -la represión- y en este caso es pasiva -seguridad insuficiente- pero en los dos casos es denunciable por las mismas vías y va a solucionarlas el mismo sujeto: el Estafo. Otra cosa es que a usted, que ya se le ve un poco histérico con tanta exclamación, tanto «hostia» y tanta indignación impostada, le parezca mal la publicación porque le ha amargado el café con leche de las doce.

  15. Harry Heller dijo:

    Mira, Tracio: cuando tengas que identificar sobre la mesa de autopsias los restos mortales de un familiar víctima de un accidente de tráfico, vuelves y hablamos sobre cómo nos gusta de dulce el café con leche.

  16. DiTomasso dijo:

    «¿pierden la dignidad los accidentados heridos por el hecho de ser accidentados heridos?»

    Hombre de Paja, calienta que sales a jugar.

  17. galaico67 dijo:

    Yo como soy un tibio, ni estoy con Marta, ni creo que haya que mostrar toda la cruda realidad, aunque si hay que mostrar la cruda realidad, sea en la guerra, sea en los accidentes. Hay que ver las consecuencias que tienen los actos de los hombres y la muerte y las heridas son algunas de esas consecuencia.
    Aun me acuerdo de las imagenes de la guerra de las Malvinas. Un exocet entrando limpio en el costado de un barco, una explosión y unbarco inutilizado. Un videojuego. Pero tambien recuerdo haber visto entrevistas a los supervivientes del Sir Galahad – un barco de transporte que recibió un par de bombas en esa guerra-de vuelta a casa, en un pub. Quemados, irreconocibles, la piel convertida en algo entre cuero y plástico. Pues esa imagen ayuda a ponerse en situación y comprender que la guerra no es videojuego.
    Ahora tenemos un accidente de tren y estamos divididos entre los que no quieren – o quieren la mínima -presencia de muerte y heridas por consideraciones de dignidad y humanidad y los que consideran que si es necesaria para, precisamente, humanizar las tragedias y no convertirlas es un listado y en un par de fotos de chatarras. A mi me desagradan las visceras y las fotos de muertos y heridos – o de restos- reconocibles pero creo necesarias fotos en las que se reconozca que un accidente es una tragedia. Dar con el límite entre información y morbo es trabajo de los profesionales.

  18. Tracio dijo:

    Harry, tiene vd. un gusto por los tacos que no encaja con su sensibilidad ante las fotos.
    Estoy seguro de que su apuesta por fotografías más tibias cuenta con amplios apoyos en las cúpulas de Renfe, Adif, Fomento y demás jefecillos implicados en este asunto. Para ellos fotos como la primera de La Voz son un problema, muestran la cruda realidad (como dice muy bien Galaico67) de las consecuencias que tiene no instalar los mejores sistemas de seguridad en toda la vía.

    La censura nunca soluciona nada, y menos el dolor de las víctimas.

  19. Tracio dijo:

    Harry, además veo que no se ha leído la entrevista que enlaza. O que al menos no ha pasado del titular.
    La psicóloga dice que la presencia de los periodistas dificultaba la atención psicológica a los familiares de las víctimas, algo evidente y en lo que estoy seguro de que tiene razón. Y, parte que nos interesa, que los medios, cito textual, deben «establecer sus límites» en la reproducción de las imágenes. Ese «sus» no está en el titular y cambia el sentido de la frase.
    Si yo fuera director de un medio agradecería su consejo, pero teniendo claro que es eso: un consejo. El mismo que le podría dar un director de periódico a un psicólogo sobre como hacer su trabajo. Cada profesional a lo suyo.
    Finalmente, no creo que su desgraciada experiencia frente a una mesa de autopsias le conceda a usted ningún conocimiento periodístico, y menos aún que los criterios de edición fotográfica de la prensa española puedan o deban basarse en ella.

  20. Harry Heller dijo:

    Tracio, no sé si mi licenciatura en Periodismo me concede conocimiento periodístico alguno, y allá la edición fotográfica con sus supuestos «criterios» (si hay alguno más allá de la venta de ejemplares y de los índices de audiencia). Yo tengo mi propio criterio como lector, que se agota con la elección del medio que me informe. Pero me gustaría saber que opinan las famílias de las víctimas.
    Hala, quédate con tu «libertad de información», tus presunciones infundadas («conocimiento periodístico», «no se ha leido la entrevista») y practica esa falta de humanidad tan extendida entre ese periodismo acrítico y autocomplaciente que domina los medios.

  21. Harry Heller dijo:

    Por cierto, sapientísimo Tracio, tú que sabes lo que alivia o no el dolor de las víctimas (de las mortales ya no hay que preocuparse), haznos partícipes del bálsamo reparador.

  22. Tracio dijo:

    No creo que nadie horrorizado con la información y las fotos de un periódico sobre el accidente en el que murió su hija lo elija para escribir esto:

    http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2013/07/31/0003_201307G31P10991.htm

    Eso sí, estoy seguro de que hay gente en el otro extremo y que le horrorizaría ese periódico durante estos días; pero el trabajo de los periodistas es informar independientemente de que luego te lleguen cartas como la de arriba o quejas. Hay que informar.

  23. galaico67 dijo:

    En google salen decenas de imagenes del accidente ¿ Cuales le parecen adecuadas, Harry? ¿Podría copiar el vinculo de media docena, y así sabemos cual es su límite?

  24. Harry Heller dijo:

    Le repito Tracio que a mí no me aporta más información la visión de los cadáveres de un accidente bajo las mantas, por ejemplo. Por mí no se esfuerze. Me conmueve su capacidad de autoengaño profesional. Y la envidio.
    ¿Mis límites, galaico67? No le daré ese gusto. Búsquese los suyos usted mismo (y, por supuesto, no entraré a hacer un visionado fotográfico para realizar una esmerada selección).
    Felices vacaciones.

  25. galaico67 dijo:

    Bueno, Harry, que le vaya bien con sus traumas. Que se mejore

  26. Tracio dijo:

    Pero Harry, es que los periódicos no se escriben ni se ilustran pensando solo en usted, que solo en España hay 40 millones de jichos y castellanohablantes en el mundo ni le cuento. ¿A usted no le aportan esas fotos? Pues no las mire. A mi las noticias de fútbol no me aportan y por lo tanto no las leo, pero no monto una cruzada pidiendo a los periódicos que las eliminen por respeto a la dignidad de otras personas a las que no conozco de nada.
    Y para rematar la jugada, rechaza usted poner un baremo, lo que demuestra que habla por hablar… en fin.
    Felices vacaciones.

  27. Harry Heller dijo:

    Gracias, galaico67. Lo mismo digo.

    Tracio, sigue usted empeñado en insultar mi inteligencia. Ya sé que los periódicos no se escriben pensando en mi. Por eso elijo, se lo he dicho antes, pero parece ser que sus prejuicios le impiden leerlo. Si lo que pretende decir es que no tengo derecho a opinar, hágamelo saber y acabaremos antes.
    Tampoco monto ninguna cruzada. Soy alguien muy insignificante para ser tenido en cuenta. Por otro lado, allá cada cual, que yo ya tengo bastante con lo mío. «Nunca aspiré a pensar por dos ni por quinientos ni un millón. Tengo bastante con saber cómo camino y junto a quién»
    En cuanto al baremo, también se lo he explicado antes. Se lo repetiré: fotos de víctimas idenficables de accidentes sin permiso de sus familiares. Y de éstos manifestando su sufrimiento, también sin su permiso.
    Blanco y en botella…

    Lo dicho, que disfruten de sus vacaciones.

  28. Tracio dijo:

    Ya, Harry, perfecto. ¿Y usted cómo sabe que en las fotos de La Voz, por ejemplo, no se cuenta con el permiso de los fotografiados o sus allegados?
    Evidentemente no lo sabe, pero da por supuesto que no lo hay.
    Y al final, estamos como al principio, que las fotos no le gustan y punto, pero en vez de decir eso, como Marta, nos tira a las víctimas a la cabeza.

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