Demasiada sangre como para no hacer nada

No falla. Los tabloides de Nueva York son los más salvajes a la hora de afrontar un problema. Sus portadas son tan sutiles como el pisotón de un elefante. Habitualmente, es el New York Post el que grita ¡Fuego! en mitad del cine. Esta vez le ha tocado al Daily News.

Algunos indicios, aún no concluyentes, revelan que algo ha cambiado en EEUU. Por ejemplo, algunas encuestas. Los votantes piensan que hay que tomar medidas después de la matanza de Connecticut. Ya no creen que sólo haya que buscar la razón de esa desgracia en la mente perturbada de una persona, como ocurrió en otras ocasiones después de otras matanzas.

El discurso de Obama fue otro punto de interés. El político cauteloso hasta la exasperación dio un paso adelante, bien es cierto que sólo en el plano emocional. La gente se preguntó: ¿hasta dónde está preparado para llegar?

Tras hacer lo posible por no dar ni un dato nuevo ni concretar nada en una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca dijo el lunes que Obama está a favor de volver a instaurar la prohibición de la venta de fusiles de asalto, que estuvo en vigor en la época de Bill Clinton.

Incluso así, no es decir mucho. Puede estar a favor, pero otra cosa muy diferente es que se decida a presionar al Congreso para que dé un paso concreto en esa línea. Desgastarse en el intento sin tener la seguridad de que la iniciativa vaya a ser aprobada. Liderazgo, le llaman. Arriesgarse a perder en aras de una causa que merece ese riesgo. Es decir, justo lo que no hizo el presidente en su primer mandato.

Ahora parece que es diferente. Parece. Habla de medidas «significativas». También los medios, aleccionados por la Casa Blanca, informan que la idea no consiste en limitarse a la venta de armas, sino en presentar un paquete completo de iniciativas que considere otros aspectos, como el tema de la salud mental y cualquier otra cosa que sirva para descartar la idea de que todo esto tiene que ver sólo con las armas.

Otro detalle algo más que revelador. Después de mantenerse en silencio durante varios días, la NRA ha difundido un breve comunicado. Además de mostrar su dolor por las muertes de Newtown, dice estar dispuesta a «ofrecer aportaciones significativas» para que algo así nunca vuelva a suceder. Anuncia que el viernes ofrecerá una rueda de prensa para dar a conocer su opinión.

¿Qué entenderá todo el mundo por «significativas», y en especial la NRA?. La respuesta, en los próximos días.

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En el mundo real, siguen pasando cosas increíbles. Un niño de 11 años fue a su clase en un suburbio de Salt Lake City con un arma. Lo normal en estos casos; los libros, unos bolis, el almuerzo y una pistola del calibre 22. Supuestamente para protegerse por si pasaba algo parecido a lo de Connecticut. ¿Cómo se enteraron los profesores? Muy sencillo. ¿Qué puedes esperar de un niño?

Some witnesses have said they saw the boy brandish the gun on the playground and point it at another child’s head. Other reports said the boy verbally threatened another student with the gun.

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Como siempre, Nate Silver tiene los números:

It will come as no surprise to those with a passing interest in American politics that Republicans are more likely to own guns than Democrats. But the differences have become much starker in recent years, with gun ownership having become a powerful predictor of political behavior.

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1 respuesta a Demasiada sangre como para no hacer nada

  1. DiTomasso dijo:

    Ya lo decía Chris Rock: «control de balas»

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