El Gobierno sirio culmina su control de Guta Oriental, otra zona destruida por la guerra

El Ejército sirio controla casi toda la zona de Guta Oriental, en los suburbios de Damasco, que ha estado en manos de los insurgentes en los últimos años. En la noche del lunes, un millar de combatientes y sus familias abandonaron en autobuses la ciudad de Duma con destino a Jarablus, una población de la provincia de Alepo, norte de Siria, casi pegada a la frontera con Turquía. Allí caerán bajo el control del Gobierno turco.

Se trata de miembros de Failaq al Rahman que habían huido de la zona central de Guta Oriental hacia Duma. En esta ciudad el grupo más fuerte es Jaish al-Islam, que ha negado haber pactado la evacuación, pero que será abocado a ella más tarde o más temprano. Otras fuentes indican que entre los evacuados, a través de un pacto con el Gobierno sirio negociado por militares rusos, se encontraban también 600 combatientes de Jaish al-Islam.

AFP ha difundido estas imágenes captadas por un dron que muestran la destrucción sufrida por Duma en esta guerra. En febrero y marzo, aviones sirios y rusos se lanzaron a la ofensiva aérea definitiva sobre el enclave.

Durante cinco años, los distintos grupos insurgentes presentes en Guta Oriental –como es habitual en la guerra siria, sin buenas relaciones entre ellos– resistieron ante un enemigo superior que prefirió no lanzar una ofensiva barrio por barrio que le hubiera costado un alto número de bajas.

Jaish al-Islam era uno de los grupos que recibían financiación de Arabia Saudí. Con las nuevas prioridades del príncipe Mohamed bin Salmán centradas en Yemen y la guerra perdida para los insurgentes sirios, era cuestión de tiempo que Riad decidiera que no le conviene defender causas perdidas. No está confirmado que hayan cortado el grifo –en público nunca reconocieron que lo tuvieran abierto–, pero es lo más probable.

Guta Oriental no habría sobrevivido estos cinco años aislada del exterior sin una forma de obtener los suministros necesarios con el contrabando. Un canal público sirio difundió estas imágenes de los túneles construidos para comunicar las distintas zonas de Guta y el exterior. Según el testimonio de la persona entrevistada, fueron construidos por prisioneros de los grupos que controlaban Guta y contaban con espacio suficiente para que circularan vehículos y disponían de luz y servicio telefónico. Tardaron tres años en terminarlos.

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